Claror lleva años pensando en cómo será el gimnasio del futuro, y ha querido materializar sus conclusiones en el CEM Can Carelleu. La gestora de instalaciones deportivas ha culminado una inversión de 3,5 millones de euros en este club, su buque insignia de una entidad que espera recuperar el volumen de negocio previo a la pandemia en 2022, según explica su director general, Gabriel Domingo, a 2Playbook. En 2021, la previsión es cerrar el año un 25% por debajo de 2019, cuando se facturaron alrededor de 22 millones de euros.
Can Carelleu aspira a ser la punta de lanza de la recuperación del grupo, y los abonados están respondiendo al cambio. En enero de 2021, cuando Cataluña afrontó su cuarto cierre de instalaciones deportivas desde el inicio de la crisis sanitaria, este centro llegó a estar un 12% por debajo del volumen de inscritos que llegó a tener antes de la pandemia. Hoy, la instalación ya tiene un 6% más de socios que antes de la Covid-19. “Aspiramos a llegar a 9.000 abonados en esta instalación sin perder calidad de servicio”, afirma Domingo.
Claror empezó a recuperar socios en febrero, momento en que los centros reabrieron para no volver a cerrar. En la actualidad ya ha recuperado el 35% de los abonados que perdió, con el objetivo de cerrar el año con el 50% de los clientes que se dieron de baja. “Esperamos convencer a la otra mitad a lo largo de 2022, con vistas a acabar el año con números similares a lo que teníamos antes de la Covid”, afirma. Hasta el momento, la tendencia indica que Claror cerrará su mejor reentré. “Queríamos un septiembre y octubre aún mejor, pero será el mejor periodo de siempre”, añade.
Algunos de los cambios acometidos en Can Carelleu, donde Claror aún tiene doce años por delante de concesión, se irán implantando en el resto de los centros municipales que tiene en Barcelona, donde la sostenibilidad, la generación de nuevos espacios de entrenamiento y la tecnología jugarán un papel clave.
“Esta reforma ha generado nuevas áreas para entrenar y desplazarse, se ha reforzado la tecnología y se ha adoptado un elemento de sostenibilidad para que las salas sean autosuficientes”, detalla. En concreto, se han instalado 25 placas fotovoltaicas y vidrios de baja visibilidad que mejoran la eficiencia energética. El Ayuntamiento de Barcelona ha aportado un 7,5% de la inversión.
Se han construido nuevos vestuarios, ampliado la sala de fitness y renovado el equipamiento. Asimismo, se ha habilitado un área para ejercitarse al aire libre en la azotea, un cambio que se quedará tras la pandemia. Además, se han reformado varias salas para actividades dirigidas, incluida la de cycling, mientras que en una de ellas se ha instalado un plató para emitir por streaming y reforzar la biblioteca de contenidos de la plataforma virtual que Claror creó tras el confinamiento. La idea es dar servicio al usuario que también desea ejercitarse fuera del club.
De cara al futuro, Domingo afirma que la compañía no tiene ambición de ganar tamaño, aunque afirma que “buscaremos crecer por una cuestión de equilibrio económico”. En este sentido, asegura que es probable que la gestora protagonice la apertura de un centro dentro o fuera de Barcelona, aunque siempre dentro de Cataluña.
La Fundació Claror es una entidad catalana privada sin ánimo de lucro dedicada a la promoción del deporte. Como Fundación nació en 1989, a pesar de que la entidad como tal se creó el 1978, entonces en forma de cooperativa. La organización gestiona en régimen de concesión administrativa cuatro Centros Deportivos Municipales de Barcelona (CEM): Can Caralleu (Claror Can Caralleu), CEM Sagrada Familia (Claror Cartagena), CEM Marítim (Claror Marítim) y CEM Claror (Claridad Sardenya). Además, la Fundación lidera el Grupo Claror, del que también forma parte Llinarsport SL, filial a través de la cual presta servicios deportivos en otros cinco centros deportivos en Cataluña.