Publicidad

CET10 se pasa al outdoor tras perder un 50% de los ingresos en 2020 por la Covid-19

La gestora de gimnasios, que también presta servicios deportivos al público infantil, ha decidido seguir abriendo sus centros en Cataluña para ofrecer servicio al aire libre tras perder un 40% de su clientela y facturar ocho millones en 2020.

CET10

A CET10 la pandemia le ha afectado por todos los costados. La entidad fundada en 1993 para prestar servicios deportivos a escuelas y que los últimos veinte años ha gestionado gimnasios municipales, ha visto como la pandemia ha frenado en seco la actividad deportiva extraescolar y el cierre temporal de instalaciones en Cataluña, su principal área de influencia. Estas medidas han supuesto una caída del 40% de su clientela, hasta 17.000 abonados, y la pérdidas del 50% de los ingresos en 2020, hasta superar los ocho millones de euros en 2020, según ha podido saber 2Playbook.

A las dificultades asociadas a la gestión de instalaciones, que desde marzo del año pasado han interrumpido su actividad hasta en cuatro ocasiones en Cataluña, se suma el hecho de que parte de la facturación de CET10 procede del ámbito escolar y la organización de campus de verano, una línea de negocio que se ha visto muy mermada desde el estallido de la crisis sanitaria.

Para hacer frente al cuarto cierre impuesto por la Generalitat, la compañía ha decidido adaptarse a las circunstancias y mantener los centros catalanes abiertos para permitir la actividad física en los espacios exteriores. De este modo, las máquinas de entrenamiento han abandonado la sala de fitness y se han instalado al aire libre, bajo la protección de una serie de carpas que protegen al equipamiento y al cliente de la lluvia en plena ola de frío. “Abrimos para mantener el compromiso con nuestros abonados, que están siendo muy fieles, pero no se nos escapa que abrir en estas circunstancias es peor que tener cerrado, una opción que ya de por sí también nos cuesta mucho dinero”, explica Carles Meilan, presidente de CET10.

El directivo no esconde que retomar la actividad con estas limitaciones y con piscinas operando al 30% del aforo no sale a cuenta, puesto que de haber cerrado se hubiera podido aplicar un expediente de regulación temporal de empleo (Erte). “Hemos decidido seguir operando porque tenemos un compromiso con nuestros abonados, pero también con nuestros trabajadores; la parte positiva es que la respuesta de la gente está siendo buena y los centros deportivos con pistas polideportivas exteriores y de pádel están registrando buenas cifras de acceso”, afirma.

Carles Meilan (CET10): “El espacio fitness como gimnasio es cosa del pasado; vamos hacia un concepto que integre salud, descanso, recuperación, entreno y estética”

El tener abierto, aunque sea únicamente la piscina y las zonas exteriores, permite a la compañía seguir girando recibos y no interrumpir el cobro de cuotas, aunque la dirección asume que la respuesta de los abonados está por llegar. “Seguimos prestando el servicio con muchas limitaciones, pero sabremos que tendremos que gestionar reclamaciones, devoluciones e impagos”, afirma Meilan.

El directivo lamenta “el componente de improvisación” que detecta que hay en las decisiones que toma la Administración. “Sentimos que los argumentos para justificar que algunos sectores sigan operando no se aplican a nuestro sector; nos genera dudas y no podemos llegar a conclusiones”, admite.

Esa flexibilidad y dinamismo con la que han tenido que operar las cadenas de gimnasios es uno de los aprendizajes que extraen los directivos del sector. Otro ha sido estar al lado de sus aliados. Por ejemplo, CET10 está en conversaciones con todos los centros educativos con los que trabaja para decidir cómo retomar las actividades extraescolares, que deben impartirse en grupos respetando la burbuja académica.

La compañía también ha definido el plan de acción 2020-2021, formado por un plan de contingencia para reducir costes y acceder a financiación con el fin de resistir, y por un plan de reinvención. La empresa había iniciado la fase de renovación de sus centros en 2019, en la que invirtió 3,6 millones, pero teniendo en cuenta que la pandemia ha acelerado tendencias, la dirección está reflexionando sobre cómo prestar el servicio para ofrecer al cliente lo que desea ahora y en el futuro.

“No renunciaremos a adaptarnos a lo que vendrá, pues los patrones de consumo cambiarán y, si no ofreces lo que se demanda, será más difícil que los proyectos sean viables”, reconoce. Meilan admite que el objetivo prioritario es gestionar la deuda y la caja y que las inversiones se realizarán con precaución”, aunque realizarlas es necesario.

El gimnasio del futuro está en proceso de cambio, y el directivo afirma que el centro se reinventará para ser híbrido, es decir, omnicanal y con una mejoría sustancial en el protocolo de higiene. En este sentido, sostiene que el concepto de espacio fitness como gimnasio “es cosa del pasado” y que ahora “contempla el bienestar desde un enfoque global e integrador con la salud, el descanso, la recuperación, la nutrición y la estética”. Y, en ese desafío, será clave conseguir que la oferta del club sea percibida como una propuesta de valor alta y amplia.

Publicidad

Publicidad