Madrid afronta un año intenso a nivel de grandes contratos de centros deportivos municipales. El gobierno de José Luis Almeida, que aún tiene que decidir de qué forma reinicia la carrera para adjudicar cinco grandes proyectos de obra y gestión que quedaron desiertos en 2023, sacará a concurso en los próximos meses los servicios de cuatro instalaciones, así como la construcción y explotación de una quinta. Se trata de una decena de contratos que plantean un potencial negocio de más de 518 millones de euros en total a lo largo de toda la concesión, según datos extraídos de Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook.
El consistorio quiere apoyarse en la colaboración público-privada para tirar adelante estos proyectos, una fórmula con la que busca minimizar riesgos y ahorrarse una inversión millonaria. ¿El problema? Las condiciones establecidas en los pliegos de la mayoría de los últimos grandes concursos en la capital española no han seducido a los grandes operadores de fitness, lo que provoca que casi todos ellos hayan quedado desiertos. Un escenario que podría darse también en el siguiente proyecto que saldrá a concurso: el centro deportivo municipal (CDM) Briviesca.
El área de gobierno de obras y equipamiento del consistorio ha aprobado el estudio de viabilidad para este contrato de concesión de obra, y con ello ha acordado también la redacción del anteproyecto de construcción y explotación conforme a lo dispuesto en la Ley de Contratos del Sector Público. Ello, tras desestimar las diferentes alegaciones presentadas por el grupo municipal Más Madrid al considerar que no se ajustaban al objeto del estudio, que se centra exclusivamente en valorar la viabilidad técnica, económica y jurídica del modelo concesional previsto.
Esta formación reclamó “reconsiderar el programa incluido en el estudio de viabilidad”, petición que el Ayuntamiento desestimó alegando que el estudio de viabilidad “obedece a un modelo deportivo que contiene las instalaciones necesarias y suficientes para poder prestar servicios deportivos más solicitados por los ciudadanos, como salas para actividades colectivas, y actividades de raqueta”.
El estudio de viabilidad plantea que el centro pueda alcanzar una demanda de 6.100 personas: más de 4.400 adultos y 1.700 menores de 15 años. Un volumen que situaría la instalación por encima de la media de centros municipales de la capital, en términos de usuarios. A nivel de espacios, se plantean “tres salas grandes para usos como musculación, aerobic y spinning”, una afirmación que difiere notablemente del detalle de la distribución de espacios: apenas se destinarán 200 metros cuadrados a repartir entre estas tres salas de fitness. Ahí deben prestarse actividades de artes marciales, gimnasia intensa y suave, defensa personal, musculación y halterofilia.
Se trata de un espacio significativamente menor al de otros centros deportivos municipales, donde el fitness cuenta con un mínimo de 2.000 metros cuadrados. Muestra de ello es el último centro municipal que se ha inaugurado en la capital, el CDM Cuatro Caminos. Ahí, el fitness es el principal protagonista de los más de 9.200 metros cuadrados repartidos en cinco plantas. Incluye un gimnasio, con salas de fitness, cardio; fuerza; mente y cuerpo; baile; gimnasia de mantenimiento; ciclo indoor y cross-training; dos piscinas; zona de spa con sauna, terma y piscina de chorros; servicio de medicina deportiva y un pequeño gimnasio de rehabilitación, entre otros espacios.
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Un pabellón y seis pistas de pádel
En el caso del CDM Briviesca, se prevé que el protagonista principal de la parcela de 8.030 metros cuadrados sea un pabellón de 2.700 metros cuadrados, con gradas para 196 espectadores, y seis pistas de pádel. Este primer espacio permitirá la práctica de balonmano, baloncesto, minibasket, fútbol sala, hockey, bádminton, tenis y voleibol en el sentido longitudinal.
El consistorio también ha declinado la petición de “reconsiderar la forma de gestión sustituyendo la concesión de obra por la gestión directa municipal de la instalación”. “Resulta imprescindible que la entidad adjudicataria asuma el riesgo operacional de la ejecución del contrato, el riesgo de enfrentarse a la competencia de operadores o de un desajuste entre la oferta y la demanda de los servicios”, argumenta el Ayuntamiento.
Según el estudio económico, será rentable a partir del segundo año de actividad y generará un beneficio neto de más de 4,5 millones de euros a lo largo de toda la duración del contrato. Se estima que sus ventas oscilen entre 1,2 millones el primer año de actividad y 2,5 millones durante el último. En total, se prevé que facture 46,4 millones de euros durante los 23 años de explotación.
Los abonos representarán el 74% de los ingresos del centro. También se prevé que las clases dirigidas cerradas aporten un 4% de la facturación, por un 9,2% de la reserva de espacios y un 12,6% de los ingresos no deportivos, que representan la segunda principal partida de ingresos. La adjudicataria deberá invertir 6,2 millones en la obra y más de 3,2 millones de euros en las reposiciones e reinversiones durante la duración del contrato. No está prevista ninguna subvención municipal.
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