La batalla judicial por el futuro del CD Rías do Sur de Pontevedra se decanta a favor de Supera. La gestora de instalaciones deportivas, que el pasado abril cerró el centro deportivo tras considerar inviable su continuidad, no tendrá que volver a operar el complejo y deberá ser la Fundación Náutico Deportiva Rías Do Sur, propietaria del centro, la que deberá asumir su gestión y los costes asociados.
Así lo recoge el auto del juzgado de primera instancia número 3 de Pontevedra, al que ha tenido acceso 2Playbook. La jueza ha aceptado las medidas cautelares y ha pedido a la Fundación asumir la gestión del centro sólo abrirá para que puedan entrenar alrededor de 500 nadadores. Es decir, no podrá acceder el público general. De este modo, se busca dar solución a la demanda de los deportistas federados, pues este complejo es el único de la provincia de Pontevedra que cuenta con piscina olímpica.
Así, será la Fundación la que deba gestionar y asumir los costes de maquinaria, suministros y otras prestaciones esenciales para la puesta en marcha de este equipamiento corriendo con los gastos. Eso sí: ahora tiene veinte días para demandar a Sidecu, empresa con la que firmó un acuerdo en 2005 para que gestionara el centro a cambio de realizar una inversión para mejorarlo.
Si finalmente demanda a la empresa y la Justicia considera que el cierre de Sidecu fue injustificado, la Fundación podrá repercutir en ella todos los costes de gestión. Desde la compañía gallega confían en que, de acudir a los tribunales, el fallo será favorable porque afirman que el cierre sí estaba justificado. “Su continuidad era inviable”, señalan fuentes de la gestora de instalaciones. De hecho, no está asegurado que el centro pueda volver a abrir bajo la gestión de la Fundación, pues precisa de los recursos económicos necesarios para garantizar su operativa.
La compañía y la Fundación firmaron un contrato que entró en vigor en diciembre de 2005, por el que Supera asumía la gestión del complejo, que anteriormente sólo había dado servicio al deporte federado. Se comprometió a invertir en modernizarlo y abrirlo así al resto de la ciudadanía, que podía usar el recinto a cambio del pago del abono. Los deportistas federados sí podían usar las instalaciones sin pagar, como parte del contrato firmado entre las partes.
Cabe recordar que este equipamiento es de titularidad privada y está controlado por la Fundación Náutico Deportiva Rías Do Sur, que no goza de los recursos necesarios para poder operarlo, especialmente en un contexto de fuerte alza en los gastos energéticos. De ahí que la entidad esté valorando el auto y decidiendo si finalmente demanda a Supera o deja de operar el centro. También tiene la posibilidad de traspasar el equipamiento, pero para ello debe pagar a Supera el importe restante de la amortización de la inversión que la cadena gallega realizó en su día. Este importe ronda el millón de euros.