Smart Fit recupera su negocio a buen ritmo aunque, sin contar las aperturas, aún no ha conseguido batir las ventas prepandemia. La cadena brasileña de gimnasios de bajo coste recortó un 81% sus pérdidas entre enero y septiembre, hasta 95,6 millones de reales (18,4 millones de euros). El fuerte incremento en sus ventas, del 79%, hasta 2.077 millones de reales (400 millones de euros), explican esta mejoría.
Tanto es así que, entre julio y septiembre, la compañía dejó atrás las pérdidas y ganó 29,9 millones de reales (5,7 millones de euros). Está por ver si en el último trimestre del año logra mejorar y cerrar el ejercicio con rentabilidad.
Eso sí, sin tener en cuenta las aperturas de gimnasios, es decir, comparando el volumen de clientes con el mismo número de centros que tenía antes de la pandemia, la compañía continúa un 10% por debajo en volumen de abonados. Ello, pese a que sus clubes maduros -aquellos que ya estaban operativos en 2019- facturan un 3% más que antes de la Covid-19.
En total, Smart Fit cuenta con 3,4 millones de abonados, y es el principal operador de gimnasios de Latinoamérica tanto por volumen de instalaciones (3.728 centros) como por negocio. Su principal mercado es Brasil, donde tiene 1.682 gimnasios. Le sigue México (679 centros) y otros países de Latinoamérica, como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay, Perú y Panamá. En estos países suma 1.017 locales, contando las franquicias que tiene en otros mercados, como Ecuador, Guatemala, República Dominicana y Honduras.
