Smart Fit entra en pérdidas en el primer trimestre de 2021 a las puertas de su salida a Bolsa. La cadena brasileña de gimnasios cerró el primer trimestre del año con una facturación de 361,7 millones de reales (55,9 millones de euros), lo que supuso una caída del 38,3% debido al cierre temporal de instalaciones, especialmente en su mercado local, fuertemente azotado por la Covid-19.
De que la empresa registrara unas pérdidas de 144,7 millones de reales (22,3 millones de euros), en contraste con el beneficio de 16,9 millones de reales (2,6 millones de euros) que se anotó en entre enero y marzo de 2020.
La cadena opera en Brasil, México, Colombia, Chile, Perú, Panamá, Costa Rica, Argentina y Paraguay. El grupo opera con varias marcas: Smart Fit, que es la cadena más conocida de la compañía y está especializad en clubes propios y franquiciados low cost, Bio Ritmo, que ofrece tarifas más elevadas y O2.
La cadena brasileña cerró el primer trimestre de 2021 con 928 gimnasios y once microclubs. Su principal área de influencia es Brasil, con 538 clubes (167 franquiciados y el resto propios). Le sigue México, con 184 sedes (diez operadas por terceros). En el resto de países de Latinoamérica cuenta con 206 gimnasios (31 franquiciados).
En total, puso en marcha 78 centros deportivos en los últimos doce meses, y dio servicio a 2,3 millones de clientes, un 15,6% menos que en el primer trimestre de 2020. Eso sí, 434.000 clientes eran suscriptores online, un 14,6% más que en el trimestre anterior, lo que pone de referencia el boom del entrenamiento online y en el hogar.
¿Dónde ha padecido más la caída de clientes Smart Fit? En México la base de abonados se ha reducido un 44,7% en el último año, hasta 305.000 inscritos. En Brasil la caída ha sido del 29,2%, hasta 1,1 millones, y en el resto de países el descenso ha sido del 23,7%, hasta 472.000 socios.