El de 2020 fue un año en el que las cadenas españolas de gimnasios dejaron de facturar alrededor del 50% de su negocio. El cierre de gimnasios, las limitaciones de horarios, el uso de la mascarilla y el control de aforos mermó la capacidad de los operadores para mantener la sostenibilidad, pero hubo algunas excepciones. Bonasport fue una de ellas. El club premium ubicado en la zona alta de Barcelona cerró el año con una facturación total de 3 millones de euros, un 30,5% menos que en 2019. Y, pese al golpe de la Covid-19, el club se quedó cerca de alcanzar el breakeven al registrar unas pérdidas de 24.000 euros.
“En 2020 perdimos un 10,5% de los socios”, explica a 2Playbook el director general de la instalación, Eduard Cabré. La caída de las ventas del 30,5% responde a que se dejó de cobrar la cuota durante cerca de cuatro meses, si bien se siguió prestando servicio a los clientes vía online y, en cuanto se pudo, de manera presencial. En ese sentido, el servicio de estética, peluquería, fisioterapia y las escuelas infantiles dieron vida al club, que alcanzó su récord de ingresos por servicios no incluidos en la cuota.
Bonasport aprovechó el cierre para poner a punto sus instalaciones: invirtió 400.000 euros en renovar su sala de fitness, para que la volvió a confiar en Technogym, y habilitó espacios de entrenamiento en el exterior para organizar clases dirigidas, algo que va a seguir ofreciendo, aunque la pandemia se supere. También se construyó una pista de padal y se amplió el estudio de pilates, al tiempo que se habilitó un espacio coworking.
“Somos un club al que no se viene solo a entrenar, sino a socializar, trabajar y entretenerse de otras maneras; organizamos clases de baile, tenemos un grupo de excursionistas, otro de dominó… Todo ello hizo que, cuando volvimos abrir, los socios volvieran y estuvieran fidelizados”, explica.
Las bajas que registró fueron de socios que durante la pandemia optaron por salir de la ciudad y vivir en su segunda residencia, aunque Cabré admite que “en septiembre han vuelvo a inscribirse”. Ahora, el club está un 5% por debajo del número máximo de abonados que llegó a tener en 2019.
En la actualidad, Bonasport cuenta con más de 2.000 socios, que pagan una cuota de entrada y alrededor de 200 euros al mes, la segunda más alta de Barcelona. En 2019, el ingreso medio por abonado fue de 1.990 euros al año, un importe que en 2020 cayó por el cierre temporal de la instalación. El centro también recortó sus gastos, especialmente los de plantilla, que se redujeron un 21,6%, hasta 1,9 millones de euros.
