Xponential Fitness prepara el desembarco de otra de sus marcas de gimnasios en España. Menos de dos años después de la llegada de Club Pilates, ahora es el turno de la franquicia australiana Body Fit Training (BFT), que prevé abrir una decena de estudios en la Península Ibérica este mismo año. Así lo ha confirmado Liz Andrews, responsable de expansión de BFT en España y Portugal, a 2Playbook.
Esta marca fue adquirida por Xponential Fitness en octubre de 2021 por 44 millones de dólares (40 millones de euros) y actualmente opera en seis países: Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Singapur, donde tiene más de 250 franquiciados que dan servicio a 55.000 socios. La compañía también tiene más de 500 territorios vendidos.
A estos mercados se sumarán España y Portugal este mismo año. “Estamos atentos al mercado portugués, donde vemos un gran potencial porque no hay muchos operadores boutique, pero nos concentraremos un poco más en España, donde vemos un hueco en el mercado para un entrenamiento de fuerza y condicionamiento que ofrece una mezcla entre las actividades que propone un box de CrossFit y un centro de fitness boutique”, anuncia Andrews.
BFT ofrece sesiones grupales de 50 minutos a un máximo de entre 35 y 45 usuarios que entrenan de forma simultánea en 13 tipos de clases distintas, que incluyen desde máquinas de resistencia y de remo a pesas, kettlebells y una zona de entrenamiento funcional, entre otros. “Es una mezcla entre fuerza, cardio, balance, movilidad y mente. Programamos los entrenamientos en bloques de ocho semanas con una periodización muy adaptada para llegar a los resultados de cada usuario”, indica Andrews. Cada día se ofrecen las mismas sesiones de entrenamiento en todos los estudios de la cadena.
La compañía tiene previsto focalizar su expansión en las grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Lisboa y Oporto, empezando por el centro de estos municipios. La cadena, que articulará su crecimiento a través de franquicias, ya ha recibido el interés de inversores para expandir su marca en las afueras de Madrid capital, Málaga, Murcia y Mallorca. “Queremos empezar con un grupo de inversores con experiencia en el mercado y que tengan pasión por el fitness. Este primer grupo de franquiciados será clave en nuestra estrategia de crecimiento, ya que ayudarán a definir los precios, costes y territorios”, indica la responsable de expansión de BFT para el mercado ibérico.
Fundada en 2018, la cadena empieza a vertebrar su desembarco en Europa. El año pasado se estrenó en Reino Unido, donde actualmente opera dos clubes. Ahora, empieza a trabajar su desembarco en el sur del continente, en dos mercados donde Andrews ve “potencial” para alcanzar un centenar de estudios a largo plazo.
A medio plazo, entre 2026 y 2028, la previsión de BFT es llegar a contar con 80 estudios en España y Portugal. La cadena está empezando a delimitar los territorios que ofrecerá a sus franquiciados: “Serán más reducidas las zonas céntricas de las ciudades, al tener mayor potencial socioeconómico, y más amplias el resto de áreas”.
El modelo de centro con el que esperan trabajar en estos dos mercados podría tener un formato más amplio del que operan en Oceanía y América. “Allí operamos con estudios de entre 220 metros y 250 metros cuadrados, pero creo que aquí podremos buscar espacios más espaciosos, de entre 300 metros y 350 metros cuadrados, donde albergar a más usuarios”, indica Andrews. La previsión de la cadena es que, gracias a disponer de locales más grandes, su desembarco en España sea con unos precios más asequibles de los que tienen en mercados como Estados Unidos y Reino Unido, donde se ofrecen cuotas mensuales con sesiones ilimitadas por 219 dólares (199 euros) y 216 libras (246 euros), respectivamente.
Los estudios de la compañía alcanza el break even con unos 186 socios y suelen abrir sus puertas con una media de 166 socios. En España, su objetivo por estudio rondará entre los 350 abonados y los 400 socios, aunque los clubes más maduros superan los 400. La cadena, que invierte entre 200.000 euros y 250.000 euros para poner en marcha y equipar cada estudio, cobra a sus franquiciados un canon de entrada, o territory fee, de 40.000 euros, además de un royalty del 7% sobre los ingresos anuales. La inversión en su crecimiento en España para este año, por tanto, podría superar los dos millones de euros. Según datos de la cadena, un estudio puede llegar a facturar entre 200.000 euros y 250.000 euros a partir del tercer año.