BeOne espera dejar atrás definitivamente la pandemia en 2022. La crisis sanitaria, que estalló en un momento en que la gestora de instalaciones deportivas preveía alcanzar unos números de facturación y ebitda de récord, dejó en standby un objetivo que espera lograr en los próximos años. Es un optimismo que recogen las cuentas anuales de la compañía, que apuntan a recuperar, e incluso superar, el nivel de actividad precoronavirus a partir del segundo semestre del 2022. En otras palabras: en un año de relativa normalidad, en que las mascarillas en los gimnasios dejaron de ser obligatorias en abril, la cadena podría acercarse a los 28 millones de euros que facturó en 2019.
Ello, tras un 2021 en que facturó 19,2 millones de euros, un 9,6% más que en el primer ejercicio afectado por la Covid, según la memoria anual a la que ha accedido 2Playbook. El año pasado recortó las pérdidas un 13%, hasta 4,1 millones de euros. Ello, pese a que el uso de mascarilla continuó siendo obligatorio en los centros y que, en el que, en el tramo inicial del ejercicio, sufrió el cierre temporal de algunos clubes.
En este tiempo no ha dejado de recibir el apoyo de sus accionistas. El propietario de la gestora, Formentor Capital, inyectó 3 millones de euros en la cadena en octubre de 2021, como ya adelantó este diario. Además, este año ha recibido 24,5 millones de euros de financiación de Cofides para apuntalar su negocio y expansión en España, donde a principios de 2022 culminó una inversión de 3,8 millones de euros en Lugo.
Este centro, que es privado pero que por modelo y duración del contrato (50 años) recuerda al concesional, ya contaba con 2.500 socios en el momento de la apertura. “Era un nivel de usuarios de arranque muy por encima de las expectativas iniciales”, recoge la empresa en sus cuentas anuales.
El objetivo de BeOne es seguir creciendo con clubes propios y municipales de gestión privada. “La incorporación de nuevos proyectos de grandes centros deportivos continúa siendo un objetivo prioritario para el grupo”, afirma la compañía en sus cuentas anuales. Ahí entra la obra y explotación de un centro deportivo en el Madrid, en el que invertirá alrededor de 10 millones de euros.
Asimismo, el grupo afirma que está en periodo de evaluación de alternativa y planes para mejorar la rentabilidad de los centros que explota, lo que abarca la modificación de horarios y el ajuste de las cuotas a abonados, condicionadas por los contratos de concesión. También se están revisando los costes de estructura para mejorar la rentabilidad, en un momento en que los gastos de suministros sí están yendo al alza, en línea con el encarecimiento de los materiales de construcción.
BeOne suma 36 instalaciones deportivas en España, la última de ellas puesta en marcha en Lugo a principios de 2022
Las deudas con entidades de crédito aumentaron hasta 27 millones de euros, apenas un millón más que en 2020. La mayoría de préstamos vencen a largo plazo, si bien 6 millones debían amortizarse a lo largo de 2022, año en que ha recibido el apoyo de Cofides. De hecho, estos recursos iban dirigidos a la refinanciación de parte del pasivo.
La compañía también ha reclamado a la Administración 4,4 millones de euros por los cierres temporales decretados por el Estado y los gobiernos autonómicos, una cantidad que de momento no han sido compensadas en su totalidad. Hasta el momento, se han recibido 762.000 euros.
La compañía, opera cinco centros en Galicia con su marca original, Servicio, y otros 28 con BeOne, firma que creó en 2016. En total, cuenta con 36 instalaciones en España repartidas entre Galicia, la siete que tiene en la Comunidad de Madrid; las dos que opera en Andalucía, Asturias y la Comunidad Valenciana, y una más en Castilla y León. Además, este año se ha adjudicado la prestación de servicio del polideportivo municipal Galtzaraborda, y las piscinas de Fanderia y de Beraun, en Rentería (Gipuzkoa).