Basic-Fit cierra un 2022 en que las perturbaciones macroeconómicas han puesto la sombra a lo que debía ser un ejercicio de fuerte crecimiento. La cadena holandesa de gimnasios de bajo coste ha aumentado un 18% su red de centros, hasta 1.200 instalaciones, tras realizar 150 aperturas. Esta red da servicio a 3,35 millones de socios, un 51% más que el año anterior. La empresa finalizará el año con 2.791 socios por club, frente al promedio de 2.187 abonados que tenía cuando empezó 2022. La compañía prevé facturar 800 millones de euros en 2022.
La empresa ha decidido ajustar sus precios en Francia eliminado el abono básico de 19,90 euros cada cuatro semanas y lo ha sustituido por el abono comfort, de 24,99 euros, lo que supone elevar su tarifa más económica un 25,5% interanual. A cambio, Basic-Fit ofrecerá otros servicios y pluses, como la posibilidad de entrenar en cualquier club de Francia.
De este modo, la compañía busca incrementar sus ingresos por socio en un momento en que la subida de costes energéticos ha impactado en el margen de beneficio de las compañías. De hecho, en Francia ha firmado un acuerdo con su proveedor de energía para contratar suministros a un precio fijo para todo 2023, y así mitigar los efectos de una posible subida de la tarifa. Con este acuerdo, la empresa ya tiene garantizado el 75% de su consumo energético previsto para 2023 con un precio fijo.
Sobre la base de un consumo de energía similar y de los precios actuales de la energía, se espera que el coste medio de los suministros por cada club club sea de unos 55.000 euros al año en 2023. Para reducir los costes energéticos por club, Basic-Fit ha creado un grupo de trabajo sobre ahorro energético para analizar el consumo de energía e identificar dónde se pueden lograr mayores eficiencias. El objetivo es reducir el consumo de energía por club en un 20% de media en 2023 en comparación con el consumo medio de 2022.