Basic-Fit define su estrategia para ser, de largo, la cadena con más gimnasios en España. La compañía de bajo coste, que lidera el mercado francés, holandés y belga en número de clubes, ha decidido lanzarse a por el liderazgo español en implantación con un plan de aperturas que contempla contar con 450 centros en 2025. Alcanzado ese hito, la compañía cree que aún habrá mercado por atender como para ampliar su red hasta 650 establecimientos en el país, según se desprende de la documentación presentada a inversores en el Capital Markets Day 2021.
“Queremos convertirnos en el operador líder en España en 2022”, afirma la empresa, que espera alcanzar el centenar de instalaciones en el país en diciembre del próximo año. “El potencial de mercado, la estrategia, la situación financiera y el equipo están alineados para abrir entre 200 y 300 centros al año en todos los mercados”, añade. En España, donde en la actualidad opera 54 centros, alcanzar ese objetivo le llevaría a multiplicar por entre ocho y trece su tamaño en la próxima década y, dado que la inversión inicial que destina a cada club es de 1,2 millones, Basic-Fit debería destinar a su expansión en el país entre 480 millones y 720 millones de euros.
Esta inversión podría ser menor si crece mediante adquisiciones, puesto que la apertura de clubes de cero supone gastos más elevados por la necesaria inversión en adecuación del local y la adquisición de equipamiento. Además, se requiere de más tiempo para abrir centros, por los plazos para la obtención de licencias de obras y de actividad.
Pero, ¿qué opción elegirá Basic-Fit para expandirse por España? La apertura de gimnasios nuevos. “El plan está basado en el crecimiento orgánico, aunque también estamos interesados en adquisiciones”, reconoce la compañía en un documento para inversores. La idea es replicar el modelo de clúster que ha creado en Madrid en otras doce grandes ciudades del país, aunque no ha especificado en cuáles. Por tamaño del mercado, encajarían Sevilla y Valencia, donde ya está en fase de expansión, y especialmente en Barcelona, donde aún no opera y en el pasado ha tenido planes de abrir.
“La competencia se ha visto muy impactada por la Covid-19 y no se está expandiendo deprisa”, afirma Basic-Fit. Y es cierto. VivaGym Group, que es el principal rival en el segmento low cost, tiene protegidas las ubicaciones firmadas, aunque no planea volver a expandirse hasta 2022. Eso sí cuando lo haga tiene la previsión de alcanzar 300 gimnasios en España, Portugal y un tercer país al que aterrizará. McFit también ha levantado el pie del acelerador y una de las excepciones es Synergym, que tiene más de treinta instalaciones en fase de apertura.
Para dar con las ubicaciones adecuadas, Basic-Fit tiene acuerdos con ocho constructoras y asegura haber “aprendido las particularidades de cada región”. Además, apunta a que las condiciones demográficas son las adecuadas, pues la cadena aún no ha conseguido alcanzar a 18,5 millones de ciudadanos. “Sólo un 12,7% del país está poblado, por el 58% de Francia, el 81,6% de Holanda y el 82,5% de Bélgica”, afirma la empresa. Para crecer en España, Basic-Fit se apoyará en su equipo francés e internacional, cuyos recursos combinará con “un fuerte equipo local con más de diez años de experiencia”.
El motivo por el que Basic-Fit ve en España el mercado con mayor potencial de crecimiento hasta 2030 es que, para entonces, se espera que la penetración del fitness en la sociedad alcance el 14,7%. En Holanda, Bélgica y España se prevé un alza inferior en esta tasa, que podría permitir a España aumentar en 1,4 millones el número de abonados a un gimnasio respecto a 2019. Ese año, antes de la pandemia, el país registró 5,5 millones de inscritos, por lo que la previsión para 2030 es rozar los 7 millones de clientes, según Deloitte.
De cumplirse los pronósticos, su negocio en el territorio español superaría al holandés, su mercado original, y al belga. No es una cuestión menor, ya que esos dos países han sido sus principales mercados hasta que puso la directa en Francia, que en cuestión de dos años se ha convertido en el territorio más importante para Basic-Fit. Allí opera 520 instalaciones y entre 2025 y 2030 prevé tener entre 1.000 centros y 1.300 clubes.
En cambio, en Holanda y Bélgica no detecta tanto potencial de crecimiento. En su mercado local ya opera 216 complejos y entre 2025 y 2030 prevé alcanzar entre 300 y 350 centros, es decir, ampliar su red entre un 38% y un 62%. En Bélgica y Luxemburgo espera alcanzar los 300 clubes, un 39,5% más que en la actualidad (215 centros).
Teniendo en cuenta todos sus mercados, Basic-Fit prevé facturar 850 millones de euros en 2022, una cifra muy superior a la que registrará este año. La empresa no ha dado información sobre su pronóstico de ventas en 2021, pero entre enero y septiembre facturó 132,7 millones, un 2,7% menos interanual.
Sus previsiones de negocio para 2022 se cimentan en un fuerte plan de expansión, pues a partir del año que viene prevé acelerar su crecimiento y pasar de abrir entre 100 y 150 instalaciones a poner en marcha entre 200 clubes y 300 gimnasios al año. Todo ello, con el objetivo de alcanzar los 1.250 locales a finales de 2022, los 2.000 clubes en 2025 y entre 3.000 instalaciones y 3.500 centros para 2030.