Basic-Fit desploma sus ingresos en el primer trimestre de 2021 debido a los cierres de gimnasios en Francia, Bélgica y Holanda, su mercado local. La cadena de centros deportivos de bajo coste sólo facturó 10,7 millones de euros hasta marzo, un negocio que registró en Luxemburgo y España, donde sí pudo seguir operando en el primer trimestre del año en la Comunidad de Madrid de manera ininterrumpida. Un 94% de los gimnasios de Basic-Fit estuvieron cerrados entre enero y marzo.

Para hacerse una idea del duro golpe que ha provocado la segunda ola de la Covid-19 en Francia, y Bélgica, donde los gimnasios llevan cerrados desde octubre, sólo hay que echar un vistazo a las ventas de Basic-Fit en el primer trimestre de 2020. El año pasado, en ese mismo periodo, facturó 137,5 millones de euros.

El periodo enero-marzo de 2021 ha sido el peor trimestre de la compañía desde que estalló la pandemia, superando incluso al segundo trimestre de 2020, cuando todos los gimnasios en Holanda estuvieron cerrados. Los de Francia, Bélgica, España y Luxemburgo pudieron volver a abrir en junio.

¿A qué se debe que en ese periodo Basic-Fit facturara 45,5 millones de euros y, sin embargo, en el primer trimestre de 2021 sólo 10,7 millones de euros? En ambos periodos se congelaron las tarifas, pero el número de clientes fue inferior en el arranque de este año que en el segundo trimestre de año anterior. De hecho, la compañía cerró marzo con 1,8 millones de clientes, lo que significa que en el primer trimestre ha perdido un 10% de su clientela, en comparación con los dos millones de abonados que tenía a cierre de 2020.

Basic-Fit facturó 10,7 millones entre enero y marzo de 2021, por los 137 millones que ingresó en el mismo periodo de 2020

La empresa cuenta con 905 centros deportivos, el mismo número de clubes con los que finalizó el año anterior. Se optó por no realizar aperturas hasta que los gobiernos levantaran las restricciones, aunque sí puso en marcha un club en Madrid, donde los gimnasios no han vuelto a cerrar desde que abrieron en junio de 2020. Ese fue el único proyecto que se abrió.

Eso sí, la cadena siguió invirtiendo en obras y en mejorar el servicio. En concreto, Basic-Fit destinó 37 millones de euros en instalar sistemas de grabación inteligentes, mejorar los clubes, desarrollar nuevos productos y preparar su expansión. La empresa está preparando la apertura de 45 clubes que estaban en construcción cuando estalló la segunda ola de la Covid-19 el pasado otoño.

A cierre del primer trimestre, la compañía disponía de 142 millones de euros en liquidez, un importe que espera aumentar en cuanto pueda volver a abrir todos sus clubes. La previsión es que en Holanda reanuden la actividad el 11 de mayo, mientras que en Bélgica y Francia poco después. “Cuando los centros vuelvan a abrir, esperamos números altos de adhesión”, explica la empresa en un comunicado.

Cada mes, los gastos operativos de los centros consumen 20 millones de euros de caja porque, aunque estén cerrados, continúan generando gastos. Basic-Fit ha seguido negociando descuentos con los propietarios de los locales, con el objetivo de reducirlos un 50% mientras los centros están cerrados. El 60% de los arrendadores han aceptado estos términos.

Para preservar su tesorería, la compañía recibió un crédito puente de 150 millones de euros en febrero de 2021 que le ha aportado flexibilidad financiera para navegar el temporal de la Covid-19. El préstamo tiene vencimiento en doce meses, aunque la compañía ya ha anticipado que lo refinanciará.