Basic-Fit pone a punto su estrategia con nuevos conceptos de club, más líneas de negocio y una clara ofensiva hacia el servicio híbrido. La cadena de gimnasios low cost ha presentado su plan con el que aspira a facturar 850 millones de euros en 2022, y en esa hoja de ruta no todo pasa por abrir centros deportivos. La compañía holandesa, que en 2018 ya presentó una plataforma de entrenamiento para el hogar, ha dado un paso más en esta dirección con el lanzamiento de una bicicleta estática para rivalizar con Peloton y crecer en el ámbito del at home fitness.
Este proyecto se enmarca en el eje estratégico Basic-Fit all in, una suscripción con la que la dirección aspira a estar presente en todos los instantes en los que el cliente se ejercita, ya sea vía app o mediante equipamiento de fitness. Así, por primera vez la cadena lanzará su propia máquina de entrenamiento, una bicicleta estática que venderá en 1.000 showrooms, y que contará con una pantalla o tablet a través de la que los usuarios podrán seguir las sesiones de cycling.
Este nuevo servicio permitirá a los clientes monitorizar su evolución, realizar clases en directo por streaming y bajo demanda, elegir a los entrenadores con los que prefiere ejercitarse y acceder a la biblioteca de contenidos, que abarcarán más allá del ciclo-indoor. Los contenidos se crearán in-house en Basic-Fit, que ha alcanzado “fuertes alianzas con fabricantes y socios de logística”.
Esta ofensiva va acompañada de una mejoría en la app de Basic-Fit, desde la que se puede acceder a entrenamientos para realizar en casa y en el club, información nutricional y relacionada con la composición corporal del cliente, audio entrenamientos y vídeos, así como conectar con el entrenador personal, entre otros servicios.
En cuanto a la expansión con centros deportivos, la cadena tiene previsto contar con entre 350 y 650 instalaciones en España entre 2025 y 2030; en Francia sus planes pasan por doblar tamaño y alcanzar los 1.000 centros en 2025, con previsión a sumar una red de 1.300 establecimientos en 2030, por los 350 locales en Holanda y los 300 en Bélgica y Luxemburgo en la próxima década.
Esta expansión se realizará con la apertura de centros 24 horas en la zona del Benelux, donde en la actualidad operan clubes que abren durante todo el día cuatro veces por semana. La idea es pasar a hacerlo durante toda la semana y cerrar 2021 con 300 centros 24 horas, que se apoyarán en la tecnología para no tener que contar con staff durante todo el horario de apertura.
Basic-Fit rompe la barrera del gimnasio con el lanzamiento de una bicicleta para entrenar en casa
Además, se pondrán en marcha express clubs, con los que Basic-Fit espera complementar la presencia de los clusters que ya tiene en algunas ciudades europeas, como París o Madrid. Se trata de ciudades donde tiene bastante presencia, y donde podría ampliar su huella con centros de menor tamaño y una única planta. Este formato es con el que también buscará crecer en pequeños municipios y zonas menos pobladas.
En cuanto a los ladies clubs, con los que no opera en España, la empresa afirma que es un modelo que “sólo implantará en ubicaciones específicas” e incluso como corners dentro de los clubes estándar.
La cadena de gimnasios cerró septiembre con unos ingresos de 132,7 millones de euros, un 2,7% menos que durante el año anterior. El motivo principal es que buena parte de su red de centros no abrió hasta bien entrado el segundo trimestre, por lo que la primera parte del año apenas se generaron ingresos.
La buena noticia es que en el tercer trimestre la compañía se ha recuperado, pues ha sumado 200.000 clientes, hasta 2,21 millones de abonados. Es una mejoría del 10% en comparación a cómo se cerró junio de este año y, con relación al mismo periodo del año anterior, supone un descenso del 2%.