Basic-Fit vuelve a fortalecer su balance para hacer frente a la crisis de la Covid-19. La compañía, que en la actualidad tiene cerrada el 94% de su red de gimnasios por las medidas restrictivas aprobadas en los mercados en los que opera, ha captado financiación por 150 millones de euros. La cadena debe devolver este crédito en un plazo de doce meses, pero espera refinanciarla mediante la emisión de más deuda, acciones o pagarés vinculados a participaciones de la empresa.
“Esta operación nos aporta más flexibilidad financiera, que creemos que será suficiente para capear el temporal y el impacto de la Covid-19, relacionada con las medidas aprobadas por los Gobiernos”, ha explicado la compañía holandesa. “También nos permitirá remontar nuestra estrategia de expansión una vez se levanten las medidas”, ha añadido Basic-Fit en un comunicado.
A finales de diciembre, la compañía acordó con sus acreedores financieros eximir y suavizar las condiciones de pago de préstamos por 550 millones de euros, lo que concede a la empresa mayor flexibilidad para hacer frente a su pasivo.
Con 950 centros abiertos en Europa, la cadena de gimnasios de bajo coste opera en cinco mercados, Francia, Bélgica, Holanda, España y Luxemburgo, donde da servicio a 2 millones de clientes. La tarifa más contratada es la de 19,99 euros al mes, que da acceso a los abonados a todos los gimnasios que opera y a la app de entrenamiento virtual, donde se ofrecen clases dirigidas.
En 2020, pese a la crisis de la Covid-19, la compañía puso en marcha 121 centros deportivos, y de los 905 locales que opera un total de 851 permanecen cerrados por las restricciones aprobadas en los países para frenar el avance del virus. En la actualidad, solo 54 clubes en España y Luxemburgo permanecen abiertos.
Basic-Fit aún no ha comunicado cuánto facturó en 2020, pero sí ha dado a conocer que cerró el año con 200.000 clientes menos que el año anterior, una cifra que hubiera sido mayor de no ser por el centenar de aperturas que realizó.