Basic-Fit mejorará su negocio en 2022, pero su rentabilidad será menor de lo esperado. Es lo que se desprende del análisis financiero realizado por hasta diez expertos, que de media sitúan los ingresos de la cadena de gimnasios en 776,4 millones de euros en este año, con un beneficio de 1,6 millones de euros. La buena noticia es que esperan que la compañía vuelva a números negros. La mala, que sus previsiones son peores que las que realizaron el pasado agosto, cuando se esperaba que las ganancias se situarían en 2,7 millones de euros.
La previsión de rentabilidad empeora, aunque los analistas coinciden en que la facturación mejorará respecto al último pronóstico realizado en agosto. El alza responde al repunte en el volumen de abonados y de centros operativos. Este informe, que recoge la media de las previsiones de los expertos, así como los números en el escenario más optimista y más pesimista, apunta a que Basic-Fit cerrará 2022 con 3,35 millones de clientes en todo el mundo, una cifra récord, gracias a la expansión de la compañía en Francia, España, Holanda, Bélgica y Luxemburgo.
En el peor de los casos, la cifra de miembros será de 3,1 millones (versus los 2,9 millones de clientes previstos en agosto de 2021), y en el mejor escenario, alcanzará los 3,6 millones. En cuanto al volumen de gimnasios, si de media apuntaban a cerrar el año con 1.174 locales, ahora se espera que la red se amplía hasta 1.240 establecimientos, una cifra que podría ser de 1.250 centros, siendo optimistas, o de 1.220 clubes, según las previsiones menos halagüeñas.
El repunte en el número de abonados y de centros provoca previsiones al alza en cuanto al negocio que moverá la compañía. El analista más prudente sitúa en 693,7 millones de euros la facturación de Basic-Fit en 2022; la previsión más favorable apunta a unas ventas de 826 millones. En cualquier caso, se superarán los ingresos récord de 515,2 millones que Basic-Fit registró en 2019.
Eso sí, de cumplirse las previsiones menos optimistas, la cadena llegaría a perder 71 millones de euros en 2022, que es un 57% más de lo esperado en el outlook del pasado agosto. El experto financiero más optimista sitúa las ganancias en 39,1 millones de euros, un 27% menos que meses atrás. En lo que sí hay unanimidad es en que la deuda neta se disparará: de media se espera que esté en torno a 650 millones de euros, un 23% más de lo esperado hace cinco meses, aunque uno de los analistas señala que podría ser de 716 millones a cierre de 2022.
Desde la cadena apuntan a que España tiene un gran potencial de crecimiento hasta 2030. Para entonces, se espera que la penetración del fitness en la sociedad se eleve al 14,7%, lo que permitiría al país ganar 1,4 millones de clientes inscritos en gimnasios respecto a 2019. En ese año pre-pandémico, la penetración se elevaba por encima del 11% y el país contaba con 5,5 millones de abonados, por lo que la previsión de cara a 2030 es alcanzar los 7 millones, según un informe elaborado por Deloitte.
Según los planes de la compañía, de cara a 2025 la previsión es ampliar la red hasta 450 centros en España, con perspectivas a alcanzar los 650 establecimientos en 2030. Todo ello provoca que Basic-Fit no vea a sus mercados tradicionales, Holanda y Bélgica, con tanto potencial de crecimiento. Allí opera más clubes que en España, pero considera que son mercados maduros donde su presencia está consolidada, con 216 clubes en Holanda y algo más de 200 centros en Bélgica. Mientras que Basic-Fit considera que podría ampliar su red entre un 38% y un 62% en Holanda, y un 40% en Bélgica, en España se ve con potencial para multiplicar por ocho, como mínimo, su número de centros en la próxima década.
Teniendo en cuenta todos sus mercados, Basic-Fit prevé facturar 850 millones de euros en 2022, una cifra muy superior a la que registrará este año. La empresa no ha dado información sobre su pronóstico de ventas en 2021, pero entre enero y septiembre facturó 132,7 millones, un 2,7% menos interanual. Sólo en España, la compañía facturó 9,8 millones de euros en el primer semestre de 2021.
