Basic-Fit quiere aprovechar los primeros síntomas de recuperación para acelerar su expansión europea. La cadena de gimnasios de bajo coste cuadriplicó sus ingresos entre marzo y junio respecto al primer trimestre de 2021, situando la facturación para el primer semestre en 53 millones de euros. Aun así, se trata de un descenso interanual del 71% respecto al mismo periodo de 2020, en el que los efectos de la pandemia no fueron tan duros.
A la caída de ingresos se le suman costes excepcionales por la Covid-19 de 72 millones de euros, aminorados por quitas de 16,9 millones en los alquileres. Esta es la razón que explica que la compañía continúe en negativo, con unas pérdidas de 125,6 millones de euros en la primera mitad del ejercicio, más del doble que en el mismo periodo de 2020. La dirección recuerda que los clubes han estado cerrados el 81% del tiempo, “lo que tuvo un impacto significativo en los resultados”.
Esto es debido a que el grueso del negocio depende de las cuotas mensuales de los socios, que no pudieron cobrarse durante los cierres impuestos por las administraciones. Estos pagos, que suponen el 95% de las ventas, se situaron en 50,3 millones de euros, con un descenso interanual del 72% respecto al primer semestre de 2020. Los demás ingresos en club, como entrenamientos personales, pases diarios o vending, bajaron un 51%, hasta 1,6 millones.
Pese a ello, la cadena holandesa ha logrado cerrar dos operaciones vitales para su posición de caja y el pulmón necesario para acelerar su crecimiento. Se trata de la ampliación de capital de 204 millones de euros firmada en abril y la emisión de bonos convertibles por 304 millones, que han elevado su posición de caja a casi 500 millones de euros.
Basic-Fit ha recuperado más de 250.000 clientes desde las reaperturas en mayo de 2021
“La amplia liquidez disponible permite reiniciar la ejecución de la estrategia de crecimiento”, asegura la compañía, que en 2022 quiere acelerar las aperturas para cerrar ese año con 1.250 gimnasios operativos. El 2021 se completará con una red de 1.050 locales, que arrojarán un saldo neto de 105 aperturas. De momento, en la primera mitad del año ha sumado 68 centros, seis de ellos en España.
El país es el cuarto mercado más relevante para la compañía con 50 instalaciones, muy por debajo de Francia (492), Países Bajos (216) y Bélgica (205). Luxemburgo es su territorio más modesto, con diez locales.
Basic-Fit no desagrega la evolución del negocio individual en cada país, pero sí que indica que las ventas conjuntas en España y Francia cayeron un 69%, hasta 27,9 millones de euros. Es un retroceso ligeramente inferior al sufrido en la región del Benelux, donde la merma fue del 73%, hasta 25,1 millones.
Está por ver la evolución en el segundo semestre, aunque los indicadores de recuperación de clientes en el mes de junio apuntan al optimismo. “En cuestión de varias semanas recuperamos a los miembros que perdimos durante los cinco meses que nuestros clubes estuvieron cerrados este año”, indica la dirección, sobre el hito de haber rebasado rápidamente la barrera de los dos millones de socios. Son 250.000 clientes más que en mayo.
La recuperación total aún está lejos, puesto que Basic-Fit recuerda que los clubes maduros tenían una media de 3.078 miembros en junio de 2020, cifra que cayó a 2.695 en diciembre de 2020 y que ahora ya está en 2.540 personas. “Nos beneficiamos de unas tasas de abandono más bajas de lo habitual desde la reapertura”, añaden, sobre la percepción de que se podrá recuperar a parte de la clientela perdida por la pandemia.
El fundador y consejero delegado de la cadena, Renée Moos, ha indicado que estos datos “demuestran que el fitness satisface una necesidad real y que las personas están ansiosas por volver a estar activas y trabajar en su salud y fitness”. “La cómoda situación financiera actual y la evolución positiva de la membresía después de la reapertura nos animaron a reanudar la ejecución de nuestra estrategia de crecimiento”, ha añadido.
Esos planes están sujetos a que no se agrave la situación y, con la vacunación de la población ampliamente extendida, se recupere cierta normalidad. Por si a caso, ha comentado, “casi todos los nuevos contratos de alquiler de propiedades incluyen una cláusula pandémica, que nos brinda la flexibilidad de ajustar el tiempo o el ritmo de apertura de clubes en caso de que se produzcan cierres de nuevos clubes”.