Basic-Fit dejará atrás definitivamente las pérdidas provocadas por la Covid-19 en 2023. Así se desprende del último análisis financiero realizado por hasta doce brókeres, que de media sitúan la vuelta a beneficios en 53,3 millones de euros para el próximo año. Eso sí, en 2022 aún apuntan a pérdidas de al menos 1,2 millones de euros. Para este año, se espera que la cadena de gimnasios facture 799,5 millones de euros a través de 1.252 gimnasios y 3,3 millones de clientes.
Las previsiones más optimistas apuntan a un negocio total de 839,4 millones de euros con un beneficio de 21,8 millones en 2022, mientras que las más pesimistas sitúan las ventas en 704,4 millones con unas pérdidas de 20,8 millones de euros. ¿El motivo? Las elevadas amortizaciones por el plan de expansión que está preparando la compañía, que este año ha entrado en Alemania, prevé doblar su tamaño en España hasta cien instalaciones, y no ha dejado de abrir clubes en Francia, su principal mercado. La inversión media en cada local se eleva a 1,1 millones de euros.
Las amortizaciones aumentarán en 2023 porque ese plan de expansión no frenará, pero ello no impedirá que la compañía vuelva a números negros por primera vez desde 2019. Los analistas más cautos sitúan el resultado neto del próximo ejercicio en 28,8 millones, mientras que las previsiones más favorables sitúan las ganancias en 94,5 millones de euros, cifra récord.
De media, las estimaciones sitúan la facturación de Basic-Fit en 1.056,6 millones de euros en 2023, un año en que se espera que la cadena cierre con 1.492 clubes operativos y un total de 4,2 millones de clientes, más que ningún otro operador europeo. Si se cumple el pronóstico más prudente, contará con 1.440 centros y un total de 3,8 millones de inscritos, mientras que la previsión más elevada sitúa en 1.515 centros deportivos la red de la cadena, con 4,5 millones de clientes a cierre del próximo año.
La compañía holandesa ha puesto sexta marcha en España, un mercado que ha marcado en rojo en el mapa porque es en el que aspira a crecer más en en el futuro. En total, cuenta con 69 instalaciones tras haber abierto clubes en Madrid, Fuenlabrada, Valencia y Cataluña. Recientemente ha abierto dos clubes en Barcelona, la capital de una región en la que operó años atrás, hasta que cerró un club heredado de Fitness First, la cadena que compró en 2011 y que le permitió crecer en España.
La dirección de Basic-Fit apunta a que es cuestión de tiempo levantar el trofeo de campeón nacional en número de establecimientos en España, pues ese es precisamente el objetivo que se ha marcado para 2022: alcanzar el centenar de instalaciones y, de cara a 2025, ampliar la red hasta 450 locales, con la perspectiva de alcanzar los 650 gimnasios en 2030.
Sus planes en España pasan por entrar en Murcia, donde próximamente abrirá un club en Cartagena; hacer lo propio en Galicia, con un gimnasio en centro comercial Comcor de Gandara de A Coruña según informa La Voz de Galicia; otro proyecto en Sevilla; uno más en Málaga, y cuatro más repartidos entre Valencia (2) y en la Comunidad de Madrid, donde crecerá en Fuenlabrada y abrirá su primer centro en Valdemoro.
Basic-Fit entra en Murcia y Galicia, mientras sigue creciendo en la Comunidad de Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia
La cadena facturó 21,2 millones de euros en España en 2021. Fue el único país en el que creció, con un alza del 31,1% interanual. Pese a la mejoría, su negocio seguía por debajo del que generó en 2017. Pese al roto provocado por la pandemia, cerró 2020 con beneficios de 627.830 euros, convirtiéndose en la única cadena de gimnasios que esquivó las pérdidas en el primer ejercicio impactado por la Covid-19.
Teniendo en cuenta toda su red de centros, finalizó 2021 con unas ventas de 340,7 millones de euros, un 10% menos que en el año anterior. Las pérdidas empeoraron un 20%, hasta 150 millones de euros, ya que el pasado ejercicio fue más duro que el 2020 por los largos periodos de cierres que afrontó en Francia, Holanda y Bélgica. El año pasado lo finalizó con 1.015 clubes, 110 centros más que en 2020.
