Anytime Fitness encara la última fase de la recuperación tras la pandemia. La cadena de gimnasios 24 horas, que en 2022 cumple diez años de actividad en España, ha recuperado el 92% de los socios que tenía antes de marzo de 2020, cuando estalló la crisis sanitaria en España. Entre los 32 centros deportivos que tiene abiertos suma cerca de 25.000 socios y una media de 670 clientes por instalación.
“Nos estamos acercando a los niveles de usuarios previos a la pandemia y confiamos alcanzar aquellas cifras hito en los próximos meses”, ha explicado Tim Devereaux, director general de la filial ibérica de Anytime Fitness, en un comunicado.
La cadena planea la apertura de nuevos centros franquiciados. Para 2022, la compañía calcula sumar diez nuevos gimnasios a su red, empezando por el Anytime Fitness que en las próximas semanas abrirá sus puertas en Santander, el primero de Cantabria.
“Tenemos capacidad de crecer en todo el país, de norte a sur y de este y a oeste. Nuestro modelo despierta el interés de muchos inversores y emprendedores que cada día nos llaman para conocer qué deben hacer para unirse a nuestra familia. Tenemos varios proyectos encima de la mesa, y varias aperturas ya firmadas para que varios Anytime Fitness vean la luz de aquí a final de año”, ha añadido Alexis Sekulits, director de expansión de la compañía en España.
La empresa ha ampliado los servicios que ofrece a sus socios, firmando acuerdos con marcas como la tecnológica estadounidense especializada en recuperación muscular, Hyperice, con la que ha alcanzado una colaboración para ofrecer sus dispositivos en los clubes de Anytime Fitness. Además, en los últimos meses la cadena ha dotado a sus gimnasios del analizador de masa muscular Evolt y del medidor de frecuencia cardíaca MyZone.
A falta de conocer el negocio que ha generado la filial ibérica, Anytime Fitness cerró 2020 con unas ventas de 1,98 millones de euros, un importe en el que no se incluye la facturación generada por los gimnasios franquiciados. El negocio cayó, en gran medida, porque dejó de cobrar a los franquiciados por el uso de la marca durante los periodos en que los centros estuvieron cerrados, e incluso rebajó el fee durante la desescalada. La filial se vio asimismo apoyada por la central que opera en Estados Unidos, que firmó un préstamo participativo de 1,7 millones de euros, como ya adelantó este medio.