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Anytime Fitness prevé abrir diez gimnasios en 2022 y entrar finalmente en Portugal y Andorra

La cadena está trabajando para elevar los ingresos por socio para sacar más rendimiento a cada inscrito. “Tal vez la nueva normalidad nos lleve a tener que operar con un menor número de clientes”, explica el director general de la empresa en España.

Anytime Fitness Sabadell

Rentabilidad y franquiciados son las palabras que más repite Tim Devereaux durante la entrevista que concede a 2Playbook. Y no es para menos. La pandemia se llevó por delante buena parte del negocio de los gimnasios y Anytime Fitness no fue ajena a un golpe que, en su caso, coincidió con la salida de numerosos franquiciados que rompieron el contrato de manera anticipada con la central. En ese contexto la compañía fichó a Devereaux como director general en España con un claro objetivo: fidelizar a los licenciatarios.

“Tenemos que hacer rentables los centros”, apunta, al ser preguntado sobre las claves para mantener a los inversores comprometidos con la marca. “Entendemos que todos tienen un plan de salida porque la reventa del negocio es un bien deseado en toda franquicia, pero buscamos que se cumplan los compromisos firmados”, afirma. Desde 2020 la cadena ha perdido 23 clubes que están operados por terceros, y ahora ha reanudado su plan de expansión.

“Tenemos garantizadas seis aperturas en 2022, pero esperamos poder cerrar el año con diez centros”, afirma. Los planes pasan por expandir la marca por regiones donde ya opera, como Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía, y entrar en territorios donde hasta ahora no había operado, como Cantabria, Galicia, Asturias, Murcia y Canarias.

Fuera de España también crecerá en Andorra, Portugal y Gibraltar, una expansión que pilotará desde la filial ibérica de Anytime Fitness, la única que se controla desde Estados Unidos. En el resto de países la empresa opera con acuerdos de masterfranquicia. “Tiene sentido que la expansión por esos territorios la realicemos desde España, porque no son mercados muy grandes; para Andorra tenemos a un inversor interesado sin experiencia en la industria del fitness, lo que nos está llevando a buscar a algún socio de nuestra red para que lidere el proyecto”, afirma.

En cualquier caso, es probable que estos proyectos no se ejecuten hasta 2023, momento en que también prevé dar entrada en el país a las marcas Basecamp y The Bar Method. “Prevemos que los primeros interesados en expandir estas cadenas en España serán franquiciados de Anytime Fitness que ya han interiorizado cómo gestionar un club, pero, al ser centros más pequeños que requieren menos inversión, llegaremos a otro perfil de inversor y al técnico que apuesta por ello como autoempleo”, describe.

El directivo prefiere no desvelar la previsión de negocio de la compañía, que en España opera 33 instalaciones, cuatro de ellos en propiedad y el resto por terceros. Con todo, y a igual número de clubes, ya ha recuperado el 88% de los socios que tenía antes de la pandemia, con la previsión de alcanzar el 100% a principios de 2022.

“Estamos intentando enfocarnos en elevar los ingresos por socio, en hacer más con menos, porque tal vez la nueva normalidad nos lleve a tener que operar con un menor número de clientes”, afirma Devereaux. Esta estrategia pasa por personalizar el servicio, tanto en el entrenamiento personal como grupal y online. “Nuestro enfoque en 2022 va a estar en el coaching model y en ofrecer un servicio que vaya más allá del entrenamiento”, afirma.

Es algo que ya ha empezado a incorporar en sus cuatro centros propios, y ahora espera replicar al resto de instalaciones. “En las franquicias tenemos que convencer y comunicar para que adopten los cambios”, señala.

A falta de conocer el negocio que ha generado la filial ibérica, Anytime Fitness cerró 2020 con unas ventas de 1,98 millones de euros, un importe en el que no se incluye la facturación generada por los gimnasios franquiciados. El negocio cayó, en gran medida, porque dejó de cobrar a los franquiciados por el uso de la marca durante los periodos en que los centros estuvieron cerrados, e incluso rebajó el fee durante la desescalada. La filial se vio asimismo apoyada por la central que opera en Estados Unidos, que firmó un préstamo participativo de 1,7 millones de euros, como ya adelantó este medio.

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