Andalucía vuelve a convertirse en la región que más inversión pública destino a construir y remodelar equipamientos deportivos en España. En el tercer año tras el estallido de la pandemia, esta comunidad autónoma desbancó a Cataluña como territorio en el que se sacaron a concurso más proyectos de obra y rehabilitación de instalaciones deportivas, con un total de 207,7 millones de euros, un 19,4% del total que se licitó en todo el país. La región alcanzó su máximo desde 2009 en inversión pública en este tipo de equipamientos, según los datos facilitados por la patronal de la construcción Seopan.
Hay que remontarse a ese año para encontrar una comunidad que rebasara los 200 millones de euros, cuando la misma Andalucía se situó en 248,4 millones de euros. En 2020, la última vez que esta región fue la líder en licitación deportiva en España, su inversión se limitó a 51,7 millones de euros, una cuarta parte de la cifra destinada el pasado año.
No fue el único territorio en el que se batió un récord de licitación en la última década. Cataluña, que había sido la región que más inversión pública destinó en 2021, se situó con 192,1 millones de euros, un 17,9% del total de España. El territorio catalán también lideró el ranking en 2013 y 2018. Ya en 2022, se quedó cerca de igualar los 217,4 millones de euros de inversión pública, importe que alcanzaron en 2009.
El podio de las regiones más intensivas en inversión en 2022 lo completó País Vasco, que invirtió 129,7 millones de euros, un 12,1% del total. Entre estas tres regiones, las únicas que superaron los 100 millones de euros, concentraron el año pasado 529,6 millones de euros, un 49,5% del total de 1.069 millones de euros que destinaron las diferentes administraciones españolas. Madrid, que entre 2007 y 2021 siempre había estado entre las tres comunidades con más inversión en obra pública deportiva, recortó esta partida hasta 76,6 millones de euros, un 17,1% menos que en 2021.
En el global del país, España no superaba los 1.000 millones de inversión por este concepto desde 2010. El motivo que explica por qué las cifras máximas de licitación se encuentran en 2009 y 2010, justo cuando estalló la crisis económica, es el Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E). Ideado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se planteó como un proyecto para esquivar los efectos de la crisis en España, un país cuya economía dependía en gran medida del sector de la construcción. Antes de la crisis, en el país se licitaban proyectos con mayor asiduidad y por importes más elevados, y el Plan E buscó mitigar el impacto de la crisis por esa vía.
Sin embargo, la falta de créditos por parte de las entidades financieras y las medidas de contención del gasto público impulsadas en 2012 por Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda por el Gobierno del PP, frenaron en seco las inversiones y propiciaron que la licitación deportiva se situara en mínimos en 2013. Desde entonces se ha ido recuperando año a año, con la ligera caída de 2019 (año electoral) y en 2020, debido a la pandemia. Ya en 2022, fueron 12 las comunidades que registraron su cifra más alta de la última década. Sólo cuatro regiones recortaron su inversión en obra pública deportiva: Comunidad de Madrid, Canarias, Castilla y León, Baleares y La Rioja.
Es habitual que en el año previo a las elecciones municipales se dispare la licitación pública, pues los ayuntamientos son los principales promotores de este tipo de proyectos. Los ayuntamientos volvieron a ser la administración con una mayor licitación pública de obra deportiva, con 957,5 millones de euros, un 89,6% del total. Le siguen los gobiernos autonómicos, que destinaron 103,3 millones de euros, un 9,7%; y el Ejecutivo central, con 8,3 millones, con un 0,7%.
Eso sí, en Andalucía el porcentaje de los ayuntamientos cae al 65,7%. ¿El motivo? La Junta fue muy activa y licitó proyectos por 69 millones de euros en un año marcado por las elecciones autonómicas. Ahí se enmarcan los 6 millones de euros invertidos en la reforma o reparación de 61 instalaciones deportivas repartidas por todas las provincias de la región. La inversión estatal en esta comunidad fue prácticamente anecdótica, poco más de dos millones de euros (1%).
Entre las ciudades que han anunciado más inversión en obra deportiva se encuentra Barcelona, que destinará 70 millones de euros a la construcción y remodelación de nueve equipamientos deportivos hasta 2025. La nueva casa del CD Bidasoa en Asobal, en Irun, tendrá un coste de 43 millones de euros, obra que financiarán entre el Ayuntamiento de Irun, la Diputación de Guipuzkoa, el Gobierno vasco y el Consejo Superior de Deportes (CSD). Bilbao busca socio para remodelar y gestionar el antiguo pabellón del Bilbao Basket por 20 millones de euros. Oviedo ha adjudicado las obras del futuro pabellón del Alimerka de LEB Oro a Grupo San José por 14,9 millones de euros. Elche también busca constructor para el futuro Palacio de Deportes, obra que ha sacado a concurso por 11,8 millones de euros.
Madrid, por su parte, ha sacado a concurso la construcción y gestión de pistas de pádel en Chamartín por 11 millones y las obras de las primeras piscinas de verano del barrio de Tetuán por 2,5 millones. En las respectivas áreas metropolitanas de las dos grandes urbes españolas también se ejecutarán proyectos de obra deportiva: Sabadell tendrá un nuevo pabellón de 6,7 millones, mientras que San Sebastián de los Reyes ha adjudicado la Ciudad del Rugby por 4,3 millones.
