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Altafit amplía su cartera de servicios de fitness y crea una vertical de entrenamiento personal

La compañía ha creado Level Up, una marca para aglutinar su negocio de entrenamiento personalizado que desde en los últimos meses ha empezado a estar operativa en una veintena de instalaciones, con vistas a expandirse por el resto de clubes.

altafit estirando

Altafit continúa adelante en su estrategia por desligarse de la etiqueta low cost con la que se presentó en el mercado hace diez años. La cadena de gimnasios ha ampliado su cartera de servicios de fitness con la puesta en marcha de un vertical para aglutinar su negocio de entrenamiento personal. Se trata de Level Up, creada meses atrás, en fase de registro en la Oficina Española de Patentes y Marcas, y ya disponible en más de una veintena de instalaciones, con vistas a expandirla por el resto de clubes, según ha podido saber 2Playbook.

Los centros que ofrecen los servicios de entrenamiento personal vía Level Up cuentan con un espacio de atención para realizar entrevistas con los clientes, así como un equipo de entrenadores específico. La puesta en marcha de esta línea de actividad supone la contratación adicional de profesionales licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Cafd). De este modo, los técnicos de Altafit no ofrecerán este servicio, sino que será personal específico que debe contar con este título universitario.

De este modo, la compañía busca que las jornadas de sus técnicos puedan ser más amplias y sólidas, lo que a su vez es una manera de fidelizarles. Level Up ha empezado a implantarse en los centros con un único entrenador o entrenadora, pero la idea es escalarlo de manera progresiva para extenderlo a toda su red.

Es un paso más en la diversificación de la compañía, que en los últimos años ha comprado The Boxer Club, una cadena de estudios de boxeo que ha ido integrando en sus clubes y que ya cuenta con un centro a pie de calle. En el pasado también creó la marca Myst para abrir centros que operaban con una cuota más elevada, si bien ha cerrado el de Santander y ha reconvertido el que operaba en Plaza del Sol (Madrid) a Altafit. En Murcia sí que sigue operando, pero ha dejado en standby la expansión con esta cadena para concentrar sus esfuerzos en la marca original.

La fuerte competencia ya llevó a Altafit a aparcar la línea de wearables que lanzó en 2015, Hexxa, con la que buscaba comercializar dispositivos tecnológicos para el deporte y diversificar sus ingresos. Lo que sí ha impulsado es su plataforma de entrenamiento online, Altafit Move, que ofrece incluida en la cuota a sus abonados, pero requiere de un pago de 4,9 euros al mes para los que nos están inscritos.

Altafit tiene instalaciones en todas las comunidades autónomas de España a excepción de Cantabria, Ceuta y Melilla, con un total de 80 gimnasios operativos. La Comunidad de Madrid es donde más actividad tiene, con 27 locales. En País Vasco cuenta con ocho instalaciones; en la Comunidad Valenciana tiene siete, y en Andalucía opera cinco. También tiene presencia en Asturias (4), Navarra (4), Canarias (4), Castilla y León (4), Galicia (3), Cataluña (3), Aragón (3), Castilla-La Mancha (3), Murcia (2, contando un Myst), Extremadura (2) y Baleares y La Rioja, con uno en cada región.

La compañía redujo un 35% su facturación en 2020, cuando sus ventas se situaron en torno a 23 millones de euros. El hecho de contar con el fondo de inversión MCH en su capital ha permitido a la compañía impulsar su expansión en los últimos años, en los que se ha convertido en la principal cadena de gimnasios convencionales. 

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