La subida de los costes energéticos sigue golpeando duramente al sector de las piscinas. En Reino Unidos, un 40% de estas instalaciones afirma que está en riesgo de cierre como consecuencia del alza del precio de la luz, y en torno a 100 piscinas señalan que tendrán que cerrar durante los próximos seis meses si no reciben financiación y ayudas del Gobierno, de acuerdo con una encuesta realizada por UKActive, la patronal del fitness británico.
Actualmente, únicamente un 26% de los encuestados afirma que cuenta con liquidez suficiente para resistir hasta marzo de 2024. Así, la industria del fitness reclama que el Gobierno de Reino Unido se haga cargo de la situación y ofrezca a los afectados ayudas para evitar una avalancha de cierres.
Otro dato preocupante es que un 74% de las instalaciones de las autoridades locales ha sido clasificada como de riesgo durante, al menos, el próximo año y medio. Este escenario ya tiene en cuenta las ayudas concedidas por el Gobierno a través del Energy Bill Relief Scheme (EBRS). Unas subvenciones que estarán vigentes hasta marzo de 2023.
“Estamos viendo anuncios diarios de instalaciones de ocio del sector público que tienen que restringir sus servicios, amenazan con cerrar o cierran permanentemente debido a la crisis energética”, ha destacado Huw Edwards, director ejecutivo de UKActive. “El Gobierno necesita intervenir de forma urgente”, ha apostillado el ejecutivo.