La ausencia de público en los estadios está generando unas considerables pérdidas económicas en los clubes profesionales, sobre todo en los más grandes, ya que son los que tienen un mayor porcentaje de ingresos por ticketing. Renegociaciones de contratos de jugadores y empleados, bajada de ingresos por publicidad, problemas de tesorería…Un sinfín de problemas a consecuencia del cierre de los estadios.
Sin embargo, creo firmemente que estos meses de pandemia crean una oportunidad inmejorable para un cambio generacional y conceptual en los recintos deportivos.
La reapertura al público de los estadios llegará con un obligado aumento de la seguridad y salud de los aficionados. A parte de los cambios en los sistemas de accesos, restauración, baños, etc., se van a tener que reducir las localidades en las gradas para distanciar a los fans, garantizando así la higiene y el confort.
Considero que esta obligada reducción de aforo representa una oportunidad para adaptarse a la que, en mi opinión, será la nueva tendencia de los recintos deportivos. Cada vez más, los fans buscan mejorar la experiencia del día de partido, y eso pasa por disponer de más comodidades en su localidad, y por la posibilidad de tener a su alcance todos los servicios a nivel de catering o de aplicaciones tecnológicas.
Por tanto, será necesario revitalizar los antiguos estadios, ampliando espacios entre asientos y generando pasillos más cómodos. Una reducción de aforo que no tiene por qué suponer un perjuicio en el día de partido. Al contrario, tanto a nivel de apoyo a los jugadores como a nivel televisivo, será mejor tener menos localidades, pero con una mayor ocupación para dar una sensación de estadio lleno.
Esta tendencia a reducir aforo, además, es muy posible que se acelere con el cambio generacional de los aficionados, cada vez más acostumbrados a consumir el deporte desde casa gracias a los dispositivos digitales.
A pesar de esa reducción de aforo, si creamos nuevas localidades VIP y aumentamos la oferta de experiencias únicas, conseguiremos incrementar el ticket medio de cada aficionado, y por tanto los ingresos del estadio. De esta forma los clubes conseguirán el gran objetivo post covid: reducir aforo, pero manteniendo o aumentando la facturación.
En mi opinión, ahora es el mejor momento para ejecutar estas actuaciones en los estadios, ya que la ausencia de público en los partidos permite realizarlas sin parones ni interrupciones, reduciendo así el coste de los proyectos.
Por tanto ¿cuál es a mi parecer el futuro de los recintos deportivos? reducción de aforo, aumento de la seguridad y el confort, ampliación de localidades VIP y generación de nuevas experiencias exclusivas. Y todo ello con la idea de incrementar los ingresos, una prioridad para los clubes en el momento en que los aficionados vuelvan a ocupar las gradas.
Menos localidades, pero mayor facturación. Ese es el futuro de los estadios: menos será más.
Fran Carrasco. CEO Molcaworld.
Si tú también quieres enviar tu opinión para que sea publicada en La Comunidad Opina, envía tu artículo a opina@2playbook.com.