La WWE tumba a la crisis de la Covid-19 de un manotazo. La gestora de espectáculos de lucha libre cerró el primer trimestre con una caída de ingresos del 9%, hasta 263,5 millones de dólares (217,8 millones de euros). El ajuste en la facturación, sin embargo, no frustró el incremento de su beneficio, que, lejos de ser golpeado por la pandemia, crece: entre enero y marzo de 2021 aumentó un 67%, hasta 43,8 millones de dólares (36,2 millones de euros), según ha informado la compañía.
“Durante el primer trimestre continuamos ejecutando nuestra estrategia de manera efectiva, demostrando nuestra capacidad para adaptarnos a un entorno desafiante de eventos en vivo y expandir el alcance y la monetización de nuestro contenido en un panorama de medios cambiante”, destaca Vince McMahon, presidente y director ejecutivo de WWE, en un comunicado.
En este aspecto, “el lanzamiento de WWE Network en el servicio de transmisión de NBCU, Peacock, la extensión de varios años para distribuir NXT en USA Network y la exitosa puesta en escena de WrestleMania ilustran el valor perdurable y creciente de la marca WWE como base para el crecimiento a largo plazo”, apunta el máximo dirigente como claves de este negocio en pandemia.
A ello se ha de sumar un claro ajuste en los costes operativos, que cayeron un 19% interanual durante el primer trimestre, hasta 142,1 millones de dólares (117,4 millones de euros).
Los ingresos por media supusieron el 91,8% de la facturación total de la WWE durante el primer trimestre. Hasta 242 millones de dólares (200 millones de euros). El resto se repartió entre merchandising y comercial, 21 millones de dólares (17,3 millones de euros), y 0,5 millones de dólares (0,41 millones de euros) por eventos en vivo.