La WWE modera su ritmo de crecimiento, pero lo hace más rentable. La gestora de espectáculos de lucha libre cerró el primer semestre de 2021 con un crecimiento del 2,9% interanual, hasta 475,9 millones de dólares de facturación (400,8 millones de euros). Es un ritmo muy inferior al del 19% con el que concluyó el primer trimestre, pero a cambio ha logrado aumentar las ganancias, que pasaron de 70 millones a 73 millones de dólares (de 59 a 61,5 millones).

Hasta marzo, el beneficio neto se redujo a la mitad, pero la directora financiera de la compañía, Kristina Salen, ha explicado una de las claves: “Seguimos obteniendo eficiencias de producción de televisión mejores de lo esperado, ventas de patrocinio más sólidas y una mayor demanda de nuestros eventos en vivo”, ha comentado durante la presentación de resultados.

La línea de negocio más importante continúa siendo la audiovisual, que generó un 4,2% más interanual entre enero y junio, hasta 456,7 millones de dólares (384,6 millones de euros). También mejoró la venta de merchandising, que aportó 43,5 millones de dólares (36,6 millones), un 11% más. Por el contrario, las restricciones aún vigentes a los grandes eventos provocaron que la recaudación por estas citas se desplomara un 47,5%, hasta 9,7 millones de dólares (8,2 millones).

“Durante el segundo trimestre, generamos sólidos resultados financieros a medida que continuamos enfocándonos en fomentar la participación de los aficionados”, ha apuntado Vince McMahon, presidente ejecutivo de la WWE. “Con el regreso anunciado a las giras de eventos en directo y la sólida demanda de entradas, creemos que podemos aumentar el consumo en todas las plataformas, maximizar las nuevas oportunidades comerciales e impulsar el crecimiento a largo plazo”, ha añadido sobre el futuro.

Pese al aumento de la facturación, la empresa estadounidense logró contener los gastos operativos en torno a 298,2 millones de dólares (251 millones de euros), mientras que la inversión en marketing se ajustó más de un 10% y se situó en 34,9 millones de dólares (29,4 millones) durante el primer semestre de 2021. Sobre el aumento de los gastos de personal, la compañía indica que ha incluido 8,1 millones de dólares (6,8 millones) atribuibles a los despidos acometidos tras fusionar las unidades de televisión, digital y estudios para optimizar la producción de contenidos.

En cuanto a caja, la WWE cerró el primer semestre con 443 millones de dólares (373 millones de euros) disponibles y una deuda neta de 220 millones de dólares (185,3 millones), incluidos los 198 millones de dólares (166,7 millones) en pagarés que emitió con vencimiento en 2023.