WWE reduce ligeramente su beneficio pese a facturar un 6,6% más hasta septiembre. La promotora de veladas de lucha libre cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio de 116,5 millones de dólares (100,7 millones de euros), un 1,4% menos. Ello, pese a que sus ventas aumentaron hasta 784,9 millones de dólares (378,5 millones de euros) por el regreso del público a sus eventos.

Esta partida prácticamente se dobló hasta generar 37,7 millones de dólares (32,5 millones de euros). Con todo, el principal generador de ingresos fueron las retransmisiones de las veladas, un negocio que movió 678 millones de dólares (586 millones de euros), un 3,1% más. También mejoró la venta de productos oficiales, con un repunte del 16%, hasta 68,6 millones de dólares (59,3 millones de euros). Es decir, el merchandising y la venta de artículos con licencia WWE generó más ingresos que la venta de entradas.

Por línea de negocio, la partida audiovisual consta del pay per view, la venta de publicidad, la emisión de otros contenidos de la WWE al margen de las veladas y sobre todo los ingresos por la venta de la señal de los principales eventos. Las retransmisiones de Raw y SmackDown representaron un 65% de los ingresos audiovisuales.

La WWE ha ajustado al alza sus previsiones para el resto del año, en el que espera registrar un resultado de explotación de entre 305 millones y 315 millones de dólares (entre 263,6 millones y 272,3 millones de euros).