La WWE saca músculo, también financiero. La gestora de eventos de lucha libre ha cerrado 2022 con una facturación de 1.300 millones de dólares (1.185 millones de euros), un 18% más interanual. Además, su beneficio neto también aumentó un 10,2%, hasta 195,6 millones de dólares (178,3 millones de euros).
De cara a 2023 se espera de nuevo unos ingresos y ganancias récord. “Ha sido un año muy sólido para la WWE. Hemos generado resultados financieros récord y nuestro negocio se ha comportado bien, demostrando la fortaleza de nuestro contenido y nuestra marca, que ha derivado en un mayor engage de audiencia y monetización en múltiples plataformas”, ha destacado Nick Khan, director financiero de la organización.
Por líneas de negocio, la venta de derechos audiovisuales reportó a la WWE 1.034 millones de dólares (942,6 millones de euros), un 10,4% más que el año anterior. Representa el 80% de la facturación total. Los eventos en directo duplicaron sus ventas, hasta 123 millones de dólares (112 millones de euros) y la venta de productos de licensing ya alcanza 134,5 millones de dólares (122,6 millones de euros), un 33% más.