La WWE sigue mostrando músculo tras la pandemia. La gestora de espectáculos de lucha libre cerró los nueve primeros meses del año rozando los 1.000 millones de ingresos y un alza del beneficio del 35% interanual, según detalla en las cuentas a cierre del tercer trimestre.
La compañía norteamericana facturó 966,2 millones de dólares (978,2 millones de euros) hasta septiembre, un 23% más interanual. Entre las razones del incremento, la vuelta a la normalidad en lo relativo a los eventos en vivo y, con ello, la revalorización de los derechos audiovisuales de sus espectáculos.
Así las cosas, el negocio audiovisual continúa siendo la pata de negocio principal de la compañía, que, si bien no detalla los ingresos totales por segmentos, cifró en 281,9 millones de dólares (285,4 millones de euros) el resultado operativo de la televisión en su negocio durante estos nueve meses de 2022, un 10% más interanual. A mayor ritmo crecieron los ingresos relacionados con los eventos en vivo, que multiplicaron por cuatro su resultado operativo, hasta 24,8 millones de dólares (25,1 millones de euros). El merchandising y las licencias de la WWE doblaron su resultado operativo, hasta 45,6 millones de dólares (46,2 millones de euros).
La vuelta de las giras en vivo, como el regreso de un gran evento de la WWE a Reino Unido tres décadas después, elevaron también los gastos en este tercer trimestre, en el que el beneficio del periodo junio-septiembre se ajustó un 4%, hasta 41,7 millones de dólares (42,2 millones de euros). En este tercer trimestre, la facturación creció un 19%, hasta 304,6 millones de dólares (308,4 millones de euros).
Las previsiones de la promotora para el cierre del año pasan por obtener un ebitda positivo de entre 370 millones y 385 millones de dólares (375 millones y 390 millones de euros), mejorando un 3% las aspiraciones de la compañía al arranque del año.