La WWE será de las pocas propiedades deportivas que cerrará 2020 al alza. La gestora de espectáculos deportivos cerró el año con una ligera mejora de los ingresos, del 1%, hasta 974,2 millones de dólares (812,3 millones de euros). Eso sí, el beneficio neto se disparó un 71% interanual y alcanzó los 131,8 millones de dólares (109,9 millones), según ha explicado la empresa en un comunicado.
“Refleja el impacto anual de nuestros nuevos acuerdos de distribución de contenido en EEUU y los esfuerzos integrales para contener los costes en tiempos difíciles”, ha argumentado Kristina Salen, directora financiera de WWE. “Continuamos adaptando nuestro negocio al cambiante entorno de los medios”, ha agregado su presidente ejecutivo, Vince McMahon.
De hecho, la venta de las retransmisiones explica la resistencia de la compañía en el año de mayor impacto de la Covid-19, pues su aportación creció un 16% interanual, hasta 862,1 millones de dólares (718,8 millones de euros). Ahí fue clave el acuerdo de distribución exclusiva con Peacock en Estados Unidos, que compensó la caída de ventas internacionales y la publicidad.
Por el contrario, la ausencia de público en los eventos produjo un hundimiento del 84% en esta división, hasta 19,9 millones de dólares (16,6 millones de euros), que podría haber sido mayor de no ser por su acuerdo con Arabia Saudí. La venta de merchandising, muy ligada a los espectáculos en directo, retrocedió un 6,1%, hasta 86,1 millones de dólares (72 millones).
La ausencia de eventos tuvo un impacto positivo en cuanto a la rentabilidad, pues los gastos de operaciones se recortaron un 13,9% interanual y bajaron a 549,5 millones de dólares (458,2 millones de euros). La inversión en marketing y promociones de producto se redujeron un 15,8%, hasta 71,3 millones de dólares (59,4 millones).
De cara a 2021, la WWE asume que “las restricciones relacionadas con la Covid-19, en particular las relacionadas con la cancelación, el aplazamiento o la reducción de la capacidad de los eventos en directo con entrada, continúen al menos hasta el primer semestre”. Por ello anticipa un aumento de los gastos, debido al regreso de los empleados que despidió temporalmente y los mayores costes de producción de sus programas de televisión.