La WWE ya es milmillonaria. La promotora de veladas de lucha libre ha superado por primera vez la barrera de los 1.000 millones en facturación. Concretamente, facturó 1.095 millones de dólares (964,6 millones de dólares) en 2021, un 12% más que el año anterior. Su beneficio neto también se incrementó un 36,8% interanual, hasta 180,4 millones de dólares (159 millones de euros).

“Hemos finalizado el año con un gran rendimiento en todas las líneas de negocio y captando una mayor audiencia a través de la distribución de nuestras nuevas plataformas digitales, incluido Peacock”, ha destacado Vince McMahon, presidente y consejero delegado de la WWE. “Creemos que nuestros proyectos para el año que viene harán que se expanda aún más el alcance de la marca y el valor de nuestros contenidos”, ha añadido.

El refuerzo internacional será clave en 2022. La compañía no ha desvelado las previsiones totales para el año que viene, pero sí que espera récord de ingresos por taquilla y un resultado antes de impuestos de hasta 375 millones de dólares (330,3 millones de euros).

La promotora lanzará su OTT propia, WWE Network, en mercados internacionales en 2022

Además lanzará WWE Network, su plataforma audiovisual, en mercados internacionales y ahondará en la monetización de sus propios contenidos originales, como series y documentales. La estrategia de contenidos jugará un papel determinante, y a través de la licencia de Raw, que funciona como segunda ventana al directo, se espera avanzar en patrocinios y otros ingresos derivados.

Los derechos audiovisuales aportan casi la totalidad de los ingresos de la WWE con 936,2 millones de dólares (824,7 millones de euros). El merchandising y otras licencias ya aportan 101,2 millones de dólares (89 millones de euros) y el principal avance se produjo en el ticketing gracias a recuperar el aforo al 100%. La taquilla aportó 57,8 millones de dólares (51 millones de euros) en 2021.