WTA anuncia el cese de su actividad en China hasta que se esclarezca el caso Shuai Peng. Semanas después de que la tenista acusara de agresión sexual al ex viceprimer ministro del país, Zhang Gaoli, y estuviera ilocalizable, el circuito profesional femenino de tenis desconfía de las instituciones chinas y de que Peng se encuentre en buen estado. Por ello, ha decidido que no organizará ningún torneo en ese país en 2022 hasta que se garantice la libertad de expresión de la tenista y se lleve a cabo una investigación sobre la acusación de agresión sexual.
Hasta entonces, no organizará ningún evento en un territorio que en los últimos años ha ganado relevancia en el calendario WTA. Antes de la pandemia, China acogía siete torneos WTA, especialmente en Shenzhen, una ciudad con 68 millones de habitantes que tomó el testigo de Singapur como sede de la Copa de Maestras.
En virtud de este acuerdo, se presupuestó 14 millones de dólares en premios, el doble de la cantidad que repartía el torneo en Singapur. Sin embargo, la crisis sanitaria no ha hecho posible la celebración del evento este año en Shenzhen, lo que provocó que México tomara el testigo. La penalización de China afecta también a Hong Kong.
“Repetimos nuestro llamamiento para que se lleve a cabo una investigación completa y transparente - sin censura - sobre la acusación de agresión sexual de Peng Shuai”, ha explicado Steve Simon, presidente y consejero delegado de WTA. “Nada de esto es aceptable ni puede llegar a serlo”, ha añadido.
“No veo cómo puedo pedir a nuestros atletas que compitan allí cuando a Peng Shuai no se le permite comunicarse libremente y aparentemente ha sido presionada para contradecir su acusación de agresión sexual. Dada la situación actual, también me preocupan enormemente los riesgos a los que podrían enfrentarse todos nuestros jugadores y personal si celebráramos eventos en China en 2022”, ha explicado.