La WNBA realiza la mayor ampliación de capital de la historia en un player del deporte femenino. La liga norteamericana de baloncesto ha captado 75 millones de dólares (66,4 millones de euros) para seguir impulsando su negocio. Se desconoce para qué se utilizarán los fondos y si también serán empleados para cubrir posibles pérdidas, existentes antes de la pandemia.
La ronda ha estado liderada por Nike, que según la comisionada de la liga, Cathy Engelbert, “ha adquirido una participación significativa”. El exjugador Pau Gasol también estará como socio minoritario, al igual que otros exjugadores de la NBA como Baron Davis o Swin Cash, quien actualmente es vicepresidenta de operaciones de los New Orleans Pelicans de la liga norteamericana de baloncesto.
La WNBA es dependiente de la NBA. De hecho, los propietarios de las franquicias de la NBA tenían hasta ahora el 50% del capital de la liga femenina, mientras que el otro 50% estaba en manos de los propietarios de las franquicias de la liga femenina. De hecho, hasta cinco de los doce equipos de la liga femenina ya están en manos de un empresario que también tiene franquicia en la NBA. Tras esta operación, la valoración total de la WNBA ha alcanzado los 1.000 millones de dólares.
La votación se ha aprobado de forma unánime en la última junta y a la ampliación de capital han acudido algunos grandes propietarios e inversores del deporte norteamericano. Han adquirido parte del capital la copropietaria de las Seattle Storm Ginny Gilder; los dueños de los Miami Heat Mickey y Nick Arison; Ted Leonsis, máximo accionista de los Washington Wizards y las Mystics; Steve Simon, propietario de los Indiana Pacers y las Fever; Joe Tsai, dueño a su vez de los Brooklyn Nets y New York Liberty; y otros como Michael y Susan Dell, socios minoritarios de los San Antonio Spurs, y Mark Walter, copropietario de Los Ángeles Sparks y presidente de los Dodgers de la MLB.
La WNBA lanzó su nueva estrategia en 2019 tras firmar el convenio colectivo
El capital se diluirá a partes iguales tanto entre los propietarios de franquicias NBA como de la WNBA. De esta forma, se garantiza que ambas partes mantengan una participación similar en la liga, aunque se desconoce qué porcentaje se cederá a los inversores de la ampliación de capital.
Es una nueva fórmula que no se ha probado hasta ahora en EEUU. Otras ligas como la MLS han abierto el capital no de la liga, sino de su brazo comercial, para participar en dicho negocio, como ha hecho LaLiga con CVC. “El modo de construir un negocio es tener inversión para poder innovar en digitalización, eventos y construir una plataforma global”, ha defendido Engelbert. “Vamos a salir de la actual forma de generar nuevos ingresos e impulsar más puntos de conexión con el aficionado a través de las jugadoras”.
Esta estrategia ya comenzó en 2019 con la firma del nuevo convenio colectivo con las jugadoras. En él ya se impulsó por primera vez WNBA Changemakers, una plataforma y una nueva estrategia para centrar el marketing en las deportistas, aumentar los salarios, cambiar la distribución de ingresos a partes iguales entre propietarios y jugadoras, y trazar una nueva estrategia comercial y audiovisual.
Desde entonces Google y Nike han sido los principales impulsores de dicha plataforma, y se firmaron nuevos acuerdos estratégicos con Deloitte y AT&T. También se han sumado otras marcas recientemente como Coinbase, Amazon o Dick’s.