Las ideas para reformar la pirámide competitiva del fútbol europeo también llegan a Reino Unido. Una propuesta liderada por Manchester United y Liverpool FC ha sacudido este fin de semana al sistema competitivo inglés, pues supondría reducir de 20 a 18 el número de equipos que disputan la Premier League, recortar algunos torneos y destinar más dinero a los 72 clubes de las divisiones inferiores.
El proyecto está lejos de aunar el consenso en la asociación de clubes creada en 1992, donde serían necesarios 14 votos favorables a la propuesta. No es algo sencillo, pues implicaría que el 25% de los ingresos por televisión se destinen a la English Football League (EFL), donde las quiebras de equipos en busca de la promoción han ido a más en los últimos años.
El plan también contempla suprimir la Copa de la Liga y la Community Shield, así como incluir una fase de ascenso a la Premier que se disputarían el décimosexto clasficiado de esta liga con el tercero de la Championship, en lugar del playoff actual. Los compromisos también hacen referencia a la potenciación del fútbol femenino y establecer como norma que el precio de las entradas para los aficionados visitantes no supere los 23 euros, según The Telegraph.
La EFL, que agrupa a las tres categorías profesionales por debajo de la Premier, confirmó ayer en un comunicado ser conocedora de la propuesta denominada Project Big Picture, que consideran necesaria para “restablecer la economía y la gobernanza en toda la pirámide del fútbol inglés y, en el proceso, proteger la juego tanto a corto como a largo plazo”.
La Premier League sólo la jugarían 18 equipos con el nuevo sistema, que daría un 25% de los ingresos audiovisuales a al EFL
Rick Parry, gran impulsor de la creación de la Premier League en 1992 y hoy presidente de EFL, argumentó en un comunicado que este replanteamiento del sistema “ahora tiene una urgencia que simplemente no se puede negar”. En su opinión, la brecha entre la máxima categoría de Reino Unido y el resto “se ha convertido en un abismo que se ha vuelto infranqueable para los clubes en transición entre la EFL y la Premier League”.
El plan trazado por los dos grandes clubes sabe cómo ganarse el favor del resto del sistema, pues propone reservarles el 25% de todos los ingresos audiovisuales de la Premier “para corregir este desequilibrio en el futuro”. A ello, según Parry, se le uniría un nuevo sistema de control económico más estricto para que “los clubes en todos los niveles de la EFL sean adecuadamente sostenibles incluso frente a una crisis importante”.
El dirigente recuerda que la liga que más factura del mundo sólo repartió 146 millones de libras con los clubes que compiten para algún día ascender en 2018-2019, mientras que los 14 equipos con peor coeficiente de la Premier se repartieron 1.580 millones de libras. Los ocho equipos que aún disfrutaban de ayudas al descenso, el famoso parachute payment, ascendió a 246 millones de libras, que representa “un tercio de la facturación total de la Championship y crea una gran distorsión”.
Ahí es donde pone el foco la estrategia de Manchester United y Liverpool FC, que propone un mayor reparto de recursos en estas categorías. La razón no es otra que mitigar el riesgo de quiebra al que se han expuesto muchos equipos en su intento por alcanzar la máxima categoría, pues Parry advierte que, “los clubes de la Championship gastaron el 107% de sus ingresos en salarios la temporada pasada, una cifra que es insostenible según cualquier análisis, pero no significa un nuevo fenómeno; la cifra ha sido del 99% o más en cada una de las últimas cuatro temporadas”.
Los clubes de la Championship destinaron a salarios un importe equivalente al 107% de sus ingresos en 2018-2019
En total, las pérdidas operativas ascendieron a 382 millones de libras la última temporada, y el directivo anticipa en su carta abierta que, “en los últimos doce meses, los propietarios han tenido que inyectar unos 384 millones de libras en capital, todo antes de que una pandemia creara la actual crisis financiera e impactara a los clubes, junto con muchas de las empresas que ayudan a financiarlos”.
La Premier League salió ayer al paso de una negociación de la que no está siendo protagonista y recordó que “el fútbol inglés es el más visto del mundo y tiene una estructura de liga vibrante, dinámica y competitiva que genera interés en todo el mundo”. “Para mantener esta posición, es importante que trabajemos todos juntos”, zanjó.
En cuanto a los comentarios públicos de otros dirigentes sobre la virtud de la reforma propuesta, como la de Rick Parry, presidente de la EFL, advirtió que el plan “podría tener un impacto perjudicial en todo el juego”. “Tanto la Premier League como la FA apoyan una amplia discusión sobre el futuro del juego, incluidas sus estructuras de competición, calendario y financiación general, particularmente a la luz de los efectos del Covid-19”, concluyó.