La fiebre por el trail running alcanza sus cotas más altas en Chamonix. Los Alpes suizos albergan desde hace ya veinte años la carrera entre montañas más famosa del mundo: la Ultra Trail Mont-Blanc, cuyo impacto económico en la región alcanzó en 2022 los 23 millones de euros, gracias las más de 10.000 personas de todo el mundo que participan cada año y el grupo de preparadores, familiares y amigos junto a los que se desplazan. Situada entre la frontera de Suiza, Francia e Italia, a través de los que recorre 18 municipios, la carrera reúne a los mejores atletas de la disciplina entre los que destaca Killian Jornet, cuatro veces campeón y que competirá esta semana por superar a François D’haene como dominador de la disciplina.
La carrera es la prueba por excelencia del trail running, y tras la adquisición de UTMB Group por parte de Ironman se ha convertido en la fase final de las UTMB Series. El circuito internacional surgió hace tan sólo dos años tras la fusión de la promotora de eventos de carrera a pie en la montaña con la gestora de carreras de larga distancia especializada en el mundo del triatlón. “Estamos desarrollando nuestra presencia en todos los territorios de montaña en los que tenemos comunidades de trail running. El objetivo es llevar la experiencia del UTMB allí donde viven los corredores y promover destinos para los corredores de trail que deseen descubrir nuevos territorios y nuevas culturas”, señala el director general de UTMB, Frédéric Lénart.
Con esta simbiosis, las UTMB Series cuentan con un calendario de alrededor de cuarenta pruebas a lo largo del año, más de la mitad de las cuáles se disputan en el continente europeo. Por ello, el directivo apunta a crecer más allá del Viejo Continente y asegura que en estos momentos “nos centramos principalmente en Asia y Norteamérica”. La propia UTMB se encarga de la organización de las pruebas más tradicionales, como la Ultra Trail Mont-Blanc y la mayoría de pruebas disputadas en suelo europeo, mientras que Ironman aprovecha su know how internacional para gestionar las pruebas disputadas en el continente americano, dónde por cuestiones logísticas la compañía tiene más facilidades.
Las UTMB World Series buscan aumentar su presencia más allá de Europa, centrándose en Asia y Norteamérica
Si bien el calendario va de febrero a diciembre, el punto álgido de la temporada se alcanza a finales de agosto o principios de septiembre en Mont-Blanc. Más aún en una edición en la que se celebra los 20 años de la prueba. La carrera con salida en Chamonix cuenta con alrededor de 10.000 participantes en sus diferentes modalidades de hasta 118 nacionalidades distintas.
La carrera limita en 10.000 el número de participantes para preservar el entorno natural en el que se desarrolla y garantizar la seguridad de los corredores. El directivo señala que “en 2020 tuvimos 32.000 solicitantes para todas las carreras para 10.000 plazas. Este fue uno de los factores que llevaron a la creación de las UTMB World Series. Tuvimos que revisar el sistema de clasificación para agilizar el proceso para los corredores”.
Ante la avalancha de peticiones que reciben los organizadores, la UTMB puso en marcha unos criterios de inscripción que obliga a los corredores a participar previamente en algún otro evento de las series mundiales para obtener los puntos mínimos y obtener alguna Running Stone que le permita participar en el sorteo de dorsales. Esto ha llevado a atletas de la talla del propio Kilian Jornet a ganarse su participación compitiendo en otras carreras como la Eiger Ultra Trail.
En la edición de 2022 de la carrera, el atleta catalán bajó de las 20 horas para marcar un nuevo récord y recibió un premio de 10.000 euros. En total, la prueba reparte 156.000 euros, con premios que oscilan entre los 10.000 euros y los 1.000 euros para los diez primeros clasificados de cada una de las modalidades.
Crecimiento comercial de la mano de Ironman
Las UTMB World Series han conformado un importante pool de patrocinadores en tan sólo dos años de existencia. Marcas como Hoka, Wahoo, Buff, Compressport y Dacia conforman la cartera de patrocinios global de las series mundiales. De hecho, la automovilística rumana también se acaba de convertir en el title sponsor de la Ultra Trail Mont-Blanc en un acuerdo que se extiende hasta 2025.
Además, se trata de un acuerdo en el que Ironman tiene mucho que ver ya que, es uno de los socios que se ha incorporado a las series mundiales de trail running, tras varios años patrocinando los eventos de la promotora de triatlones. Asimismo, la promotora de carreras de trail running también ha tejido alianzas recientemente en el apartado audiovisual en mercados como China, con iQIYI Sports, y Francia, con L’Equipe. Asimismo, UTMB se ha aliado con la plataforma de emisión de contenidos Outside, tal y como hiciera Ironman hace dos años. “Asociarnos con estas tres grandes cadenas mundiales es una excelente noticia para el trail running y las UTMB World Series, ya que aumentará nuestra notoriedad y nuestra presencia en países tan importantes como China, Estados Unidos, Canadá y Francia”, agrega Lénart.
España acelera por el trail running
El aumento de popularidad del trail en los últimos años ha llevado a un crecimiento de la disciplina sin parangón en el mundo de las carreras de montaña, tanto que ha impactado de lleno en el mundo federativo en plena batalla por la gestión de este tipo de pruebas. La bicefalia federativa entre Real Federación Española de Atletismo (Rfea) y la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme) ha generado incluso litigios judiciales y, hoy en día, ambas organizaciones gestionan sus propias carreras de montaña. De hecho, la Rfea presentó este mismo año una red de 29 centros permanentes a lo largo y ancho del país para impulsar el crecimiento de la disciplina.
El éxito de este tipo de eventos es tal que ya se valora la incorporación de una tercera prueba de la UTMB en tierras españolas. Por ahora la Transvulcania by UTMB, celebrada en las Islas Canarias, y la Val d’Aran by UTMB, son los dos únicos eventos de las series mundiales de trail running que se celebran en el país. En el caso de la carrera catalana el 49% de los más de 5.000 participantes procede del exterior, por lo que la prueba genera un impacto económico en el territorio de 5 millones de euros, según datos de la organización.