La Uefa se retira de Rusia tras la invasión y ataques a Ucrania. El regulador del fútbol europeo se ha reunido hoy y ha decidido que la final de la Champions League de este año, originalmente programada en San Petesburgo, finalmente se celebrará en París, según avanza The New York Times.

La fecha se mantendrá igual, el 28 de mayo, en el Stade de France. Será la primera vez que la cita vaya a la capital francesa en más de quince años, ya que la última final que acogió París fue en 2006, cuando el Barça conquistó su segunda orejona. Asimismo, la Uefa también moverá todos los partidos que tengan que celebrarse en Rusia o Ucrania, incluyendo selecciones nacionales.

Lo que por ahora sí mantiene es el patrocinio de Gazprom, uno de los más relevantes para el organismo, valorado en 40 millones de euros anuales. Otras entidades como el Schalke 04, que lo llevaba en el frontal de la camiseta, han roto su relación comercial por la invasión. Por otro lado, esta es la tercera final consecutiva que tiene que buscar nueva sede, las dos últimas debido a la pandemia.