La Uefa enfría el plan de rescate que estaba diseñando para los clubes. El regulador del fútbol en Europa contrató a Citigroup para articular una emisión de 6.000 millones de euros que después se transferirían a los equipos que más han sufrido las consecuencias de la Covid-19, pero el encaje legal de la operación ha obligado a dejarla en stand by, según adelanta Bloomberg.
El organismo presidido por Aleksander Ceferin quiere resolver antes cómo se articularía el mecanismo de distribución y supervisión del dinero dentro del ecosistema competitivo, de manera que se eviten conflictos posteriores sobre las obligaciones contraídas por las partes. En ningún caso supone dar por concluido la idea de crear este fondo, pero sí se producirá un tiempo de espera para cerrar estos flecos.
El objetivo del programa de financiación es “mejorar estructuralmente la estabilidad financiera” de los clubes “mediante el apalancamiento de los ingresos de los derechos de televisión” de las competiciones de la Uefa. Entre las exigencias para poder recibir estos fondos, “parámetros financieros y deportivos, así como el cumplimiento de la normativa sobre licencias de clubes y el fair play financiero”, explicaba el pasado diciembre el regulador europeo.
Durante los dos años de pandemia, los clubes europeos perdieron 6.174 millones de euros, con una pérdida de ingresos de 2.360 millones de euros sólo en 2020. En ese primer año de Covid, la facturación total de los equipos de las primeras divisiones del fútbol continental cayó un 10,4%, hasta 20.600 millones de euros, según datos de Uefa.
“El 32% de los clubes registraron un margen de pérdidas de más del 30%, y más de la mitad, de entre el 15% y el 30%. Sólo el 25% pudo obtener ganancias, respecto al 58% en 2019”, apuntó el regulador en su informe financiero anual.
El cierre de los estadios golpeó sobremanera al ticketing y los ingresos por matchday, que se hundieron un 23%, hasta 2.500 millones de euros.
Entre países, LaLiga fue la que menos perdió en ingresos, un 5%, hasta 3.186 millones, gracias, principalmente, a los acuerdos con sus broadcasters y a lo que se suma su senda estable en patrocinios. La Premier se dejó un 12%, aunque facturó la que más (5.168 millones); la Serie A, un 21% (2.052 millones); la Bundesliga, un 9% (3.060 millones), mientras que la Ligue-1, un año antes de la llegada de Messi al PSG, sufrió un ajuste del 11%, hasta 1.680 millones.
Nuevo ‘fair play’ y formato de Champions
En la busca de la sostenibilidad económica del fútbol europeo, la Uefa ha aprobado en las últimas semanas dos medidas clave: el nuevo fair play financiero y el renovado formato de la Champions League, la joya de la corona de las competiciones continentales.
En lo relativo al control económico, el regulador apuesta por el atajo del gasto, mayor inversión y fiscalización trimestral. La Uefa dobla las pérdidas que un club puede generar en ciclos de tres años, pasando de 30 millones a 60 millones de euros. Eso sí, habrá mayor control a las operaciones de traspasos y patrocinio para evitar trampas.
Entre la batería de medidas destaca el squad cost ratio, ya que por primera vez se limitará el coste de la plantilla a los ingresos reales. El peso del gasto en plantilla deportiva (salarios de jugadores y técnicos, pagos a agentes y amortizaciones por fichajes) no podrá representar más del 90% de los ingresos totales en 2022-2023, bajando al 80% en 2024-2025 y al 70% en 2025-2026.
En cuanto al nuevo formato de la Champions, el organismo que preside Aleksander Čeferin cambia el tradicional modelo de competición, con una fase principal de 8 jornadas, sustituyendo la fase de grupos, y aumenta a 36 los clubes participantes a partir de 2024-2025. A pesar de la presión de los grandes clubes, no habrá plazas por coeficiente y se darán dos plazas a las ligas con el mejor rendimiento colectivo de sus clubes en la temporada anterior (número total de puntos obtenidos dividido por el número de clubes participantes).