No ha podido empezar peor la reconversión de la Champions League. Tras el anuncio en la madrugada de este lunes de la creación de la Superliga, la Uefa ha presentado esta mañana el nuevo formato de competición. Una nueva Champions que arrancará en 2024 con la enorme duda de si en ella participarán los mejores clubes y futbolistas de Europa. El torneo tendrá 36 equipos y se disputará en liguilla única. Los jugadores que no participen en ella por disputar la nueva competición, tampoco irán al Mundial o a la Eurocopa.
“Los futbolistas que participen en la Superliga no podrán jugar con sus selecciones”, ha asegurado el presidente de la Uefa, Aleksander Čeferin. El máximo directivo se ha mostrado muy enfadado con los doce clubes promotores de la nueva competición. “He visto cosas muy graves en mi vida, pero, como ésta, nada igual”, ha lamentado.
Čeferin se siente traicionado por los dirigentes de los grandes clubes europeos, con quienes ha negociado la reforma de la Champions durante dos años. A pesar de ello, la Uefa ha logrado sacar adelanto el nuevo formato con el respaldo unánime de la nueva junta de la ECA -ayer dimitió su presidente, Andrea Agnelli, dueño de la Juventus, uno de los grandes promotores de la Superliga- y el comité de competiciones de clubes de la Uefa.
De hecho, en aquella votación realizada el pasado viernes estaba Agnelli, que después acabó firmando con el nuevo torneo. “Son momentos dramáticos y cruciales. Empezamos este proyecto para modernizar el proceso de nuestras competiciones. Todos los clubes se clasifican por méritos, no como si fuera una tienda cerrada. Jugar en la Champions depende de resultados en el césped. El fútbol tiene que estar unido ante esta desgracia tras la postura de unos clubes con intereses particulares. El mundo del fútbol está unido, los gobiernos están unidos, la sociedad está unida”, ha asegurado Čeferin.
El máximo dirigente ha calificado de “proyecto sin sentido” y “organización fantasma” a la Superliga. Las federaciones y grandes ligas están en contra del nuevo torneo y, con la fortaleza del respaldo recibido, Uefa “no va a permitir este cambio”.
Además, el presidente federativo ha asegurado que “los cambios realizados (en la Champions) están diseñados para asegurar el futuro positivo del fútbol europeo en todos los niveles y satisfacer las necesidades cambiantes de todas sus partes interesadas. Confirmando inequívocamente el compromiso conjunto con el principio de competición abierta y mérito deportivo en todo el continente, el objetivo común también ha sido el de mantener las ligas nacionales”.
“Nuestra Champions tendrá un crecimiento en ingresos y lo más importante, apuesta por la solidaridad de unos con otros. Uefa distribuye casi el 90% de sus ingresos al juego: canteras, fundaciones de niños, fútbol femenino... La Superliga piensa sólo en el dinero, nosotros no”, ha apuntado Čeferin.
“Florentino y Agnelli son narcisistas”
Visiblemente molesto con los gestores promotores de la Superliga, el presidente de la Uefa ha afirmado que el nuevo torneo “se viene barruntando desde hace tiempo por deseo de Florentino Pérez y Andrea Agnelli. Esto es narcisisimo, no tiene nada que ver con pandemias ni con nada más. Hablábamos con ellos y siempre nos pedían más tiempo”. Al respecto, el dirigente ha asegurado que Agnelli le llamó “el sábado por la mañana para decirme que respaldaba las reformas de la Champions. Dijo que volvería a hablar en una hora conmigo y después apagó su teléfono”.
Sea como fuere, el nuevo formato de la Champions será una transformación completa de la fase tradicional, que hasta ahora se delimitaba por grupos. A partir de 2024, se aumentará a 36 el número de clubes (cuatro más de lo actual) y se disputará en una liguilla única, con un mínimo de diez partidos antes una decena de oponentes diferentes, con equidad entre los partidos de casa y fuera. Además, los encuentros de Champions se seguirán disputando entre semana, aunque se suma el jueves al tradicional martes y miércoles como días de partido.
Los ocho mejores equipos de la liga se clasificarán automáticamente para la fase eliminatoria, mientras que los equipos que terminen del noveno al 24º lugar competirán en un desempate de dos partidos para asegurar su camino a los octavos de final de la competencia.
También se aplicarán cambios de formato similares a la Uefa Europa League (8 partidos en la fase de liga) y la UEFA Europa Conference League (6 partidos en la fase de liga). Sujeto a discusiones y acuerdos adicionales, estas dos competiciones también pueden expandirse a un total de 36 equipos cada uno en la etapa de liga.
Una de las plazas adicionales será para el club clasificado tercero en el campeonato de la federación en quinta posición en el ranking de federaciones nacionales de la Uefa. Otro será otorgado a un campeón nacional ampliando de cuatro a cinco el número de clubes clasificados a través de la denominada Ruta de Campeones.
Los dos últimos lugares serán para los clubes con el coeficiente de clubes más alto en los últimos cinco años que no se han clasificado para la fase de grupos de la Champions League pero sí para la fase de clasificación de la Champions League, la Europa League o la Europa Conference League.