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La Uefa busca sacar brillo a una Champions de ‘futsal’ que sólo ingresa 263.000 euros

El resultado neto de la competición en 2019 fue negativo en 3,1 millones de euros. Este fin de semana, Barcelona ha acogido su ‘final four’, con la que Uefa espera darle un espaldarazo en visibilidad e ingresos.

uefa futsal barcelona 20 21

“El fútbol sala me ayudó mucho. A menudo digo que basé todo mi aprendizaje del fútbol en el fútbol sala. Te ayuda a pensar rápido, tienes que aprender a tomar decisiones inmediatas en un espacio limitado, y también ayuda a mejorar la técnica con el balón. Me encanta el fútbol sala y estoy muy agradecido por todo lo que me ha dado”. Estas palabras podrían llevar la firma de Ricardinho, Miguelín o Ferrao, pero el que las pronuncia es Philippe Coutinho, jugador del FC Barcelona. El brasileño, amigo personal de Ferrao, es sólo uno de tantos futbolistas que tienen en el futsal su escuela. La disciplina, sin embargo, tiene aún muchos retos por delante en su parcela de negocio y competición.

Por ello, la Uefa trabaja desde hace unos años en un plan que potencie su principal torneo de clubes, la Uefa Futsal Champions League, que sólo ingresó 263.000 euros en 2019 y continúa siendo deficitaria: perdió más de tres millones de euros en la última temporada, según datos de la confederación a los que ha accedido 2Playbook.

Este fin de semana, la final four del torneo aterrizó en Barcelona, donde el Barça se impuso en la final a El Pozo Murcia, que doblegaron en semifinales a los clubes rusos del KPRF y el Tyumen. A priori, la fase final se debía haber disputado en abril en Minsk (Bielorrusia), pero la cita se ha aplazado un año a causa de la crisis provocada por el Covid-19. La elección de Bielorrusia no es casual, como tampoco fue la del pasado año, Almaty (Kazajistán).

Ambas, las ciudades más grandes de dos antiguas repúblicas soviéticas, son el mejor ejemplo del interés de la Uefa de llegar a cuantos más países y regiones posibles para crecer en todos los sentidos. El pasado año, además, fue el estreno de la final four, tras 17 años de inmovilismo en cuanto al formato de competición. “El objetivo es dar una oportunidad al fútbol sala de clubes de obtener una mayor repercusión y desarrollar un perfil más alto”, argumentó la Uefa tras la toma de la decisión.

La 2018-2019 fue un experimento positivo. El organismo eligió como sede de esa primera fase final a Almaty, lugar de origen del AFC Kairat, un equipo con solera en el futsal, repleto de jugadores brasileños de primer nivel, que consiguió reunir a 12.090 espectadores en su partido de semifinales contra el Barça, récord en la competición intercontinental.

La ‘final four’ de 2019 en Almaty (Kazajistán) batió el récord de asistencia con 12.090 espectadores en el Almaty Arena

La apuesta por el producto también suma costes a la organización del campeonato, en la que participan 16 equipos. En la temporada pasada, la inversión total fue de 3,4 millones de euros, un 6% más que los 3,2 millones desembolsados en la 2017-2018, pero es que los ingresos, a pesar de ser aún muy bajos, crecieron casi el doble: de 134.000 euros a 263.000 euros.

Una de las razones de esta falta de ingresos es que la competición no cuenta aún con un title sponsor ni una lista de patrocinadores. La Uefa ha decidido que, por ahora, la Futsal Champions League se adentre en el paquete de derechos que adquieren los patrocinadores de la Champions League de fútbol. Banco Santander, Nissan, Gillette, Gazprom, Mastercard o Heineken han estado presentes en las publicidades de la final four.

 

Nuevos países, más ingresos

El objetivo de la competición es que las ligas de España y Rusia, las dos grandes ligas nacionales del continente, tengan cada vez mayores competidores. Portugal, país del último campeón, el Sporting, comienza a despuntar apoyado por su gran cantera de jugadores y de su selección, que destronó a España en la última Eurocopa, disputada en 2018 en Eslovenia.

En este sentido, las cifras también hablan de una notable diferencia entre la competición de clubes y la de selecciones. En la última Eurocopa los ingresos fueron de 855.000 euros. Buena parte de esa facturación provino de la televisión, que pagó 633.000 euros en diferentes contratos. En España, la Euro se pudo ver por Eurosport y Dmax, las cadenas del grupo Discovery, mientras que GOL repitió este fin de semana como la televisión de la Champions League

Además, la Uefa lanzó recientemente una OTT para la difusión de sus competiciones cuyos derechos no están comercializados. Con ello, el regulador del fútbol europeo impulsa los torneos y disciplinas que no tienen tan alta demanda actualmente y ofrece nuevas oportunidades a sus partners, que pueden aprovecharse, por ejemplo, del alcance de 1,3 millones de telespectadores que tuvo la Euro 2018 sólo en la plataforma online de la Uefa, o las más de diez millones de reproducciones que tuvieron los videos que lanzó el organismo en las redes sociales durante el torneo.

La confederación lo tiene claro: “El fútbol sala europeo puede prever un futuro brillante ya que la nueva estrategia de la Uefa para este deporte comienza a tener un impacto significativo”, ha asegurado su presidente, Aleksander Ceferin, que apuesta ya por la creación de nuevas competiciones continentales en los próximos años.

Actualmente, existen presupuestos de hasta seis millones de euros en algunos clubes -el Barça, con más de cinco millones, y el Inter Movistar se encuentra en esa línea- pero no se ha de olvidar que el 90% de los clubes de la Liga Nacional de Fútbol Sala (Lnfs) subsisten con ingresos que suelen situarse en torno al millón de euros. Suficiente, hoy día, para contar con una de las grandes potencias mundiales.

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