La carrera por ganar la organización el Triatlón de Barcelona se ha celebrado sin participantes. El Ayuntamiento de la capital catalana ha declarado desierto el concurso que lanzó el pasado mes para adjudicar la gestión de la prueba de resistencia después de que ninguna compañía presentara oferta, según ha podido saber 2Playbook. Se trata de un contrato valorado en 433.688 euros que el consistorio licitó para adjudicar la dirección ejecutiva de la prueba para los dos próximos años.
Ahora, el Ayuntamiento deberá sacar a concurso público de nuevo la gestión de la prueba para los dos próximos años. Para garantizar que en este nuevo proceso sí se presentan ofertas, las condiciones de solvencia técnica y económica se revisarán a la baja, de tal forma que se dará más oportunidades a las gestoras con menor volumen de negocio. Se desconocen los motivos por los que ningún otro operador ha presentado oferta. Ironman ya opera otras pruebas en la región y RPM adquirió el año pasado Win Sports, la compañía que había asumido la dirección ejecutiva de la competición en 2016.
La novedad de la licitación de este año es que, por primera vez, permitiría concurrir a compañías que no tuvieran experiencia en la organización de triatlones. De hecho, tan solo era necesario haber organizado alguna competición especializada en una de las tres pruebas que conforman el triatlón.
Eso sí, se exigía contar con una media de 10.000 participantes en cada cita; haber organizado como mínimo en tres ediciones de los últimos cinco años y que en alguna de ellas se hubieran alcanzado los 13.000 corredores cruzando la línea de meta. De este modo, se abría la puerta a que compañías como RPM Sports pudiesen optar al contrato, pues hasta ahora su especialidad habían sido el running y el ciclismo. El presupuesto de licitación para las ediciones de 2022 y 2023 ascendía a 433.000 euros, pero existía la posibilidad de prorrogar el acuerdo anualmente hasta 2026, lo que elevaba el valor del contrato hasta más de 1 millón de euros.
De este modo, el Ayuntamiento volvía a sacar a concurso la dirección ejecutiva del Triatlón de Barcelona, un evento que se vio obligado a recuperar en 2021. ¿El motivo? Por un lado, la empresa que tenía el contrato, Win Sports, echó el cierre tras no aguantar el golpe de la pandemia y fue adquirida por RPM.
Por otro lado, las limitaciones al número de participantes por la pandemia hacían inviable la organización de la cita, por lo que el consistorio asumió el contrato para garantizar su celebración y derivó la dirección técnica en una empresa del sector. “Excepcionalmente este año la dirección ejecutiva la asume el IBE y la dirección técnica saldrá a concurso; no haremos una contratación, sino una licitación para que se presenten empresas con experiencia”, explicaba el año pasado el director de eventos y promoción deportiva de la ciudad, Gabi Arranz.
Entre 2007 y 2015 la dirección ejecutiva de la carrera estuvo en manos de IMG. La empresa estadounidense especializada en marketing deportivo se encargó de consolidar un evento que en 8 años prácticamente triplicó el número de participantes; de 2.654 en 2008 a 6.034 en 2012. No obstante, en los últimos tres años de gestión de IMG la prueba perdió el 21,6% de sus participantes.