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El Tour se apoya en Italia para superar los 100 millones de ingresos sin pisar los Campos Elíseos

Florencia será el puerto de salida a una nueva edición de ‘La Grande Bouclé’, que estará marcada por su final en Niza, en lugar de la tradicional etapa por los Campos Elíseos de París. La carrera dejó 104 millones en tierras vascas en 2023.

Tour de Francia 2023

El Tour de Francia cambia su acento para la edición de 2024. La carrera ciclista más prestigiosa del mundo arrancará por primera vez desde Italia y no finalizará en los Campos Elíseos de París. La ronda gala ha alterado su calendario a causa de los Juegos Olímpicos y, en su lugar, llevará el desenlace de la carrera a Niza. Pese a perder uno de sus signos distintivos, la organización vuelve a apostar por la internacionalización para engordar una cifra de negocio que supera los 100 millones de euros por edición. Una cifra que podría estar en riesgo ante la voluntad de proyectos como One Cycling de crear una Superliga de ciclismo impulsada directamente por los equipos, al margen de las tres grandes rondas. Estructuras de gran envergadura en el pelotón, como Visma-Lease a Bike o Ineos, lideran esta iniciativa. 

La Grande Bouclé había terminado en París en las últimas 48 ediciones, por lo que el cambio en el formato de 2024 es inédito en el ciclismo moderno. Con tal de compensar la pérdida de ingresos esperada por no acudir a la capital francesa, que se atribuye principalmente a un menor impacto mediático y menor aportación de las instituciones, la gestora de la prueba se ha apoyado en la internacionalización. Las cuatro primeras etapas arrancarán desde el país transalpino y la última jornada lo hará desde el Principado de Mónaco. 

En concreto, Florencia dará este sábado el pistoletazo de salida a la edición número 111 de la ronda gala, que recorrerá 3.500 kilómetros para coronar al nuevo campeón en Niza. Se desconoce la inversión efectuada por las autoridades de la Región de la Emilia-Romaña, pero llevar La Grand Depart a otros países suele ser un espaldarazo económico para las cuentas de Amaury Sport Organization (ASO), la dueña del Tour. Mientras que el pago de los municipios franceses por albergar etapas del Tour oscila entre los 70.000 euros y los 120.000 euros, Euskadi desembolsó hasta 12,2 millones de euros entre todas las instituciones para hacerse con la salida de 2023. 

Las cuatro primeras etapas arrancarán desde Italia y la última jornada lo hará desde el Principado de Mónaco

La inversión pública de las instituciones vascas recogió sus frutos, puesto que la carrera dejó en el territorio un impacto económico de 103,9 millones de euros, según el análisis del Gobierno Vasco. Es decir, el retorno económico de la carrera fue de 8,5 euros por cada euro invertido. El impacto económico en la región se tradujo en una actividad equivalente a 904 puestos de trabajo al año, además de generar 58 millones de euros para el PIB y recaudar 19,5 millones para las arcas públicas. No en vano, la ronda francesa recibe la visita de unas 15 millones de personas cada mes de julio a las carreteras, donde gastan entre 20 euros y 30 euros por persona.  

No es para menos que Barcelona haya seguido los pasos de Bilbao y se haya adjudicado la salida del Tour de Francia en 2026. En su caso, el desembolso del Ayuntamiento, la Diputación y la Generalitat de Catalunya para pagar el canon de la carrera será de 7 millones de euros, casi siete veces más que los 1,16 millones que pagó la ciudad por la salida de La Vuelta.

 

ASO, rumbo a los 300 millones

Como si de un escalador del Tour de Francia se tratase, la cifra de negocio de ASO no ha dejado de subir en los últimos años. La propietaria de la ronda francesa necesitó tan sólo dos años para superar el nivel de crecimiento prepandemia y ya en 2022 alcanzó cifras récord de facturación. El gigante francés, que también se encarga de organizar La Vuelta y el Dakar, disparó un 29% su cifra de negocio, hasta 293 millones de euros, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la herramienta de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook

El principal argumento para entender el alza en el negocio de ASO fue la incorporación de nuevas pruebas a una cartera de eventos que supera el medio centenar. Entre ellas, destaca la primera edición del Tour de Francia femenino, que se celebra en agosto. Ello ha impulsado la principal vía de ingresos de la compañía: la venta de derechos y la producción de sus eventos. Esta partida representó el 91% de la cifra de negocio de ASO, con una subida del 23% interanual, hasta 267,4 millones de euros. Asimismo, el dueño del Tour ha pegado un acelerón al negocio de merchandising para más que duplicar sus ventas, pasando de 1,3 millones a más de 3 millones de euros, tras dos años en retroceso. 

El alza aún fue mayor en el resto de sus servicios, entre los que se incluye la gestión de patrocinios y la logística de eventos y viajes -cuenta con su propia agencia para competidores y aficionados-, cuyos ingresos pasaron de 8,7 millones a 22,5 millones de euros. De hecho, no sólo casi triplicó las ventas de 2021, sino que creció un 31% con relación a 2019.

 

Renovación con France Télévisions hasta 2030

En cuanto al negocio audiovisual, el Tour se ha asegurado su estabilidad hasta el final de la década en el mercado nacional. La ronda francesa renovó a France Télévisions como socio audiovisual en Francia hasta 2030. El grupo audiovisual poseía desde 2007 un acuerdo por valor de 25 millones de euros anuales por los derechos de emisión de la ronda francesa. 

En España, Rtve y Eurosport seguirán emitiendo, al menos hasta 2025, el Tour como parte del acuerdo con Eurovision, organismo que integra a la mayoría de televisiones públicas europeas, y cuya emisión se cifraba en 4,2 millones de euros anuales antes de la pandemia. La pasada edición la siguieron 42 millones de personas en el país galo, con un alcance de 150 millones de personas en toda Europa. 

Además de los derechos de televisión, la otra pata de ingresos que más aporta a la carrera son los ingresos por patrocinio. Se calcula que cerca de un 40% de los recursos se obtienen por esta vía. Entre ellos, los principales son la entidad financiera LCL, la empresa de supermercados E.Leclerc, el fabricante de coches checo Škoda, la marca de neumáticos Continental y la óptica Krys. De hecho, LCL renovó su acuerdo el pasado año hasta 2028, estirando así una relación que ya supera las cuatro décadas. En su anterior acuerdo con ASO pagaba 10 millones de euros anuales por aparecer en el maillot amarillo, según desveló L’Équipe. En el segundo escalón el Tour cuenta con marcas como Vittel, Santini, Orange, NTT, Tissot, Shimano o Strava, entre otros.

La batalla entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogačar volverá a ser el plato fuerte de este Tour. Ambos ciclistas pugnarán nuevamente por el maillot amarillo en una edición en la que se volverán a repartir 2,3 millones de euros en premios. El que se erija en campeón del Tour de Francia se embolsará 500.000 euros, mientras que se bonificará con 11.000 euros cada victoria de etapa.

 


Sobre 2Playbook Intelligence

2Playbook Intelligence es la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de 60 clubes de LaLiga, Liga F y Primera Rfef; 200 clubes de ligas europeas; 22 clubes de ACB y Primera FEB y otra veintena de Euroliga, Eurocup y BCL. 

La plataforma también contabiliza la asistencia a todos los eventos deportivos, de entretenimiento y música en España, así como más de 20.000 contratos de patrocinio en el mercado español y otros 7.000 contratos de las ligas europeas y norteamericanas de fútbol y baloncesto, segmentados por competición, tipología de activos, marcas, categorías de producto y valor económico aproximado de cada acuerdo. Si quieres más información, contacta con nosotros a través de intelligence@2playbook.com.

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