En cuatro años, España va a albergar las tres principales competiciones de selecciones de baloncesto femenino que se juegan en el mundo. Acogió el Mundial de Tenerife en 2018, este junio albergará el Eurobasket, y el próximo año Madrid será sede del Mundial Sub-19. Son tres citas que ponen de relieve la ofensiva de la federación liderada por Jorge Garbajosa para albergar grandes eventos deportivos e impulsar el baloncesto, especialmente el femenino. “No buscamos ganar dinero con ello, sino tener más practicantes y generar retorno directo a nuestros socios y patrocinadores”, recalca el directivo en una entrevista con 2Playbook.
El Mundial de Tenerife, que generó un impacto económico de 15 millones de euros, sirvió para visibilizar esta disciplina e impulsar su práctica, y, desde que Garbajosa asumió la presidencia, la cifra de licencias ha aumentado un 8% (entre las chicas mejoró un 16,2%). “Tenerife fue la primera piedra de un proyecto que continuará con el Eurobasket, el Mundial Sub-19 y el centenario de la Federación en 2023”, señala.
El presupuesto para organizar el Eurobasket asciende a 3,5 millones de euros, a lo que se suman otros 700.000 euros para la gira de preparación de la Selección dirigida por Lucas Mondelo. Sólo para los partidos de Valencia se movilizarán entre 900 y 1.000 colaboradores que trabajaran en la organización, lo que supone entre 80.000 pernoctaciones y 85.000 noches en la ciudad de Valencia. La previsión es que la cita sea sostenible y autofinanciable con los recursos aportados por los socios institucionales y patrocinadores.
“Desconocemos cuál será el impacto económico de la cita, más aún en un año marcado por la Covid-19; si cerramos el evento con equilibrio será un éxito, pues buscamos la repercusión mediática y se garantizará que al menos el 90% del apoyo recibido para organizar la cita revierta en las empresas de la Comunidad Valenciana”, afirma el directivo. Las peticiones de asistencia procedentes de otras federaciones nacionales europeas “han superado nuestras previsiones, lo que significa que el baloncesto femenino cada vez aporta y genera más”, asegura.
La FEB, que cerró 2020 con un beneficio de 1,5 millones, confía en que el Eurobasket sea sostenible
La cita, que arranca el 17 de junio, empezará jugándose con 3.000 aficionados en las gradas, una cifra que la organización anhela ampliar hasta 4.000 fans si la situación sanitaria en la Comunidad Valenciana continúa mejorando. Garbajosa asegura que el hecho de que la Fuente de San Luís, sede de la cita, haya albergado numerosos eventos deportivos desde el estallido de la pandemia, ayuda a garantizar las medidas de seguridad. “El Valencia Basket tiene un protocolo demostrado y España es experta en la organización de torneos internacionales”, sostiene.
También ha sido clave el apoyo de las instituciones públicas, con la Generalitat Valenciana, la Diputación y el Ayuntamiento de Valencia, que, sumado a la contribución de recursos de la Fundación Trinidad Alfonso, harán posible la organización del evento. Además, hasta ocho patrocinadores de la FEB lo serán también del campeonato: Endesa, CaixaBank, Santalucía y Renfe, a los que se suman los proveedores Volvo, Ecovidrio, Kelloggs y Megalab. Se espera que la contribución del ticketing sea residual, pues se priorizará completar el aforo permitido en lugar de generar negocio con la venta de entradas. “Queremos que la gente venga a vernos, no ganar dinero”, recalca.
Garbajosa ha apoyado su estrategia, con la que ha ratificado su presencia hasta 2024, apoyándose en cuatro ejes estratégicos: la mencionada apuesta por albergar eventos internacionales, el impulso del baloncesto femenino, la promoción de sus propias competiciones y el fomento del baloncesto 3x3, para el que ha creado un circuito nacional que premia económicamente a los mejores equipos.
“No tenemos base y eso es un déficit; lo ideal es que los clubes asentados en el 5x5 creen 3x3 y se unan nuevos players, como clubes nuevos, grupos de amigos o las federaciones autonómicas, con las que estamos hablando para que organicen torneos”, describe, al admitir que esta modalidad olímpica “es un campo por explorar”. La idea de la FEB es aprovechar los eventos internacionales que organizará, incluido el mundial Sub-17 masculino de 2022, para dar a conocer esta disciplina.
La reducción de equipos en ACB pierde fuerza
La reducción de equipos en la ACB, que ha sido una de las reivindicaciones de los equipos que compiten en Euroliga, es uno de los asuntos que no se han abordado en los últimos años. En parte, esta cuestión provocó la salida de Francisco Roca como presidente en 2017, año en que el debate sobre la rebaja del número de participantes alcanzó su punto más álgido, y llegó a contar incluso con el apoyo del Consejo Superior de Deportes (CSD) y la FEB.
“La mayoría de equipos cree que una liga de 18 es buena y creemos que se estabilizará en ese número”, apunta Garbajosa. Es una cuestión que sólo puede prosperar en la asamblea de clubes, donde se necesitan dos terceras partes de apoyos para sacar adelante proyectos. De ahí que esta cuestión no se haya abordado en los últimos años, especialmente desde el estallido de la pandemia alteró el orden de prioridades.
Donde ha puesto el acento Garbajosa es en la estabilización de EBA. “Tenemos que ocuparnos de ordenar esta competición”, explica, sobre un torneo disputado por 109 equipos y que da acceso a LEB Plata, tercera competición masculina en importancia. “El sistema de LEB Plata con 24 equipos en dos conferencias está funcionando, y la LEB Oro está ganando fuerza con el apoyo de LaLigaSports; ahora tenemos que hacer estable la pirámide competitiva para que esa estabilidad genere crecimiento”, apunta.
A su abanico de competiciones se sumará a partir de 2021-2022 la Liga Femenina Challenge, que completará la pirámide del baloncesto femenino, y que reducirá la brecha competitiva entre Liga Femenina Endesa y la Liga Femenina 2. En total, 16 equipos jugarán por dos plazas de ascenso a la élite del baloncesto femenino español. Dos de ellos serán los descendidos de LF Endesa, y 14 ascenderán desde LF2.