La Superliga de fútbol ficha a un ex de Sportfive y Bertelsmann como CEO

La promotora de la competición ha anunciado el fichaje de Bernd Reichart como primer ejecutivo. Con experiencia en el mundo de los medios, su primer reto es reabrir el diálogo con Uefa y clubes.

Bernd Reichart CEO A22 Sports Management 1 Superliga

La Superliga de fútbol ficha a su primer ejecutivo, y lo hace con el reto más inmediato de “iniciar un diálogo abierto con los actores del fútbol” para revitalizar su proyecto. El desafío lo asume Bernd Reichart, profesional alemán que acaba de ser nombrado CEO de A22 Sports Management, sociedad gestora del torneo que hoy sólo mantiene el respaldo público de Real Madrid, FC Barcelona y Juventus.

Reichart es un profesional de larga trayectoria en el mundo de los medios de comunicación. Llega procedente del gigante alemán Bertelsmann, donde era miembro del comité de dirección y director general de la principal unidad de negocio dentro de la división de canales de televisión, RTL Deutschland. Allí ha estado ocho años, una etapa igual de larga de la que tuvo en Atresmedia, donde en 2008 entró como responsable de relación con inversores y después dirigió varios de los canales en abierto del grupo español. Antes, trabajó en la agencia de marketing deportivo Sportfive.

La compañía, que en su comunicado no hace referencia a la Superliga, indica que Reichart, de 48 años, “se centrará en iniciar un diálogo activo y extenso con un amplio grupo de partes interesadas en el fútbol que incluirá a clubes, jugadores, entrenadores, aficionados, medios de comunicación y responsables públicos”. De este modo, se refuerza la idea de diálogo que reclamó Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y principal impulsor del nuevo torneo, quien se abrió a cambios en su plan inicial de competición cerrada.

A22 Sport Management sostiene que su objetivo es “impulsar el desarrollo de un modelo deportivo sostenible para las competiciones europeas de clubes que refleje los mejores intereses mutuos a largo plazo de los aficionados y la comunidad del fútbol en general”. De momento, ya se han abierto a una competición totalmente abierta y ligada a los méritos deportivos, frente a una solución inicial que pasaba por una competición que blinda el 75% de las plazas a los clubes históricos y de mayor tamaño en Europa, además de asumir el control total de la explotación de la Superliga, frente al modelo compartido actual con Uefa en la que el regulador lleva las riendas.

En su primera intervención, Bernd Reichart ha señalado que “la situación actual del fútbol europeo de clubes está marcada por varios desafíos, que no se resolverán por sí solos”. En su opinión, los tres clubes que aún siguen formalmente defendiendo la Superliga han planteado ya las claves del problema, pero ahora quiere “escuchar muchas y diversas voces para que la comunidad del fútbol europeo pueda encontrar conjuntamente las respuestas adecuadas”.

Eso sí, en su opinión, el debate debería ser “honesto y abierto, sin restricciones”, en clara alusión a las cuestiones más polémicas: papel de la Uefa, calendario de selecciones y el valor de las ligas nacionales si dejan de ser la vía de acceso directo a la máxima competición continental y si hay un producto audiovisual nuevo que captura aún más negocio que la Champions League.

Parte del debate podría quedar aplacado con la decisión que adopte el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) el próximo 15 de diciembre, donde A22 ha planteado un caso de competencia. “Este proceso gira sobre la legalidad, según el derecho de la competencia, del actual monopolio de la Uefa sobre las competiciones europeas de clubes”, recuerda la gestora. Si bien el 15 de diciembre hay prevista una audiencia en la que podría intuirse el devenir de la cuestión, la compañía codemandante junto a los clubes estima que la sentencia no llegará hasta 2023.

En su primera aparición, Reichart ha asegurado que “el fútbol europeo está perdiendo su indiscutible posición de liderazgo en el deporte”. “Y sus consecuencias son gravísimas”, ha apuntado el ejecutivo, en línea con las palabras de Pérez en la última asamblea del Real Madrid: “Es una tendencia que tenemos el deber de revertir antes de que sea demasiado tarde; las nuevas generaciones se centran en otro tipo de espectáculos y entretenimientos”.

 

“El actual modelo financiero del fútbol está roto y es insostenible”

Por otro lado, el primer CEO de la Superliga ha hablado también del modelo de negocio del fútbol: “El actual modelo financiero del fútbol está roto y es insostenible. Los controles financieros son inadecuados e insuficientes, lo que provoca desequilibrios competitivos y tensiones financieras. El fútbol debe controlar el gasto y vivir de los ingresos que genera, no de inyecciones externas de capital”, ha apuntado en clara alusión a Nasser Al-Khelaifi, dueño de Qatar Sports Investment (QSI), fondo catarí que controla el Paris Saint-Germain (PSG), y tras el anuncio de la Superliga presidente de la patronal de clubes (ECA) y nueva mano derecha de Aleksander Čeferin, presidente de la Uefa.

¿Pero cómo impactaría la Superliga en el negocio de las ligas nacionales? ¿Y cuántos ingresos promete la nueva competición? Empezando por el impacto, antes de la pandemia, las ligas recaudaban por televisión -su principal línea de negocio- un total de 7.900 millones de euros, importe que hoy podría estar ya rozando los 9.000 millones si se atiende a los nuevos ciclos que se iniciaron a partir de 2019. Los torneos de clubes de la Uefa, por su parte, generaban 3.250 millones de euros justo antes de la llegada de la Covid. Ahí no se computan los ingresos extra de la nueva Conference League. Sin embargo, y aquí se encuentra una de las quejas de los tres equipos que sostienten hoy la Superliga, sólo 2.550 millones se repartieron entre los clubes participantes.

Y en ese sentido, Reichart también ha apuntado al control de la explotación. “Ellos (los clubes) asumen todos los riesgos e inversiones. Mientras que los clubes gestionan independientemente casi todas las ligas nacionales, la gestión de las competiciones europeas de clubes recae únicamente en la Uefa. ¿Por qué?”, se pregunta. Al respecto, la Uefa trabajaba en pandemia para crear una joint venture con ECA para que los clubes tengan más peso y participación directa en las decisiones y el negocio audiovisual y comercial de sus torneos de clubes. De hecho, la patronal ya tomó parte en la elección de Relevent como distribuidorá de los derechos de la Champions en Estados Unidos, que se han vendido a la CBS por 250 millones de dólares anuales para el ciclo 2024-2030, lo que supone una revalorización del 66% respecto al ciclo acual. 

Por ahora, la realidad es que el pasado 10 de mayo la Uefa aprobó el nuevo formato de la Champions con el apoyo unánime del comité ejecutivo de la Uefa, la ECA, las ligas europeas y las federaciones nacionales. “Una prueba más de que el fútbol europeo está más unido que nunca”, apuntó entonces Čeferin. Entre las grandes novedades, una Champions de 36 clubes, con formato liguilla y, en lo económico, con un nuevo modelo de control financiero: se dirá adiós al reconocido fair play financiero para dar la bienvenida al squad cost ratio.

En resumen, por primera vez, se limitará el coste de la plantilla a los ingresos reales. Se empezará por un tope del 90% para ir reduciendo paulatinamente el porcentaje hasta fijarlo en un 70% a partir de 2025. En las cinco grandes ligas, y salvando a los alemanes, cuatro de cada diez clubes no cumplían con las nuevas exigencias de la Uefa antes de la pandemia, según datos extraídos por 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook, que recopila en tiempo real los estados financieros de los clubes de fútbol de las cinco grandes ligas.

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