El sindicato de jugadores mueve ficha y acepta la propuesta de la NBA. La asociación (Nbpa, por sus siglas en inglés) aprobó ayer en su junta general que la temporada 2020-2021 empiece el 22 de diciembre, tal y como pretendía la liga, que espera salvar entre 500 milllones de dólares (424 millones de euros) y 1.000 millones de dólares (848 millones de euros) con el inicio anticipado de la competición.
La propuesta de la NBA también incluía recortar el calendario en diez partidos, de 82 a 72 encuentros. De esta forma, tras el voto a favor del sindicato, la competición podrá finalizar antes de que empiecen los Juegos Olímpicos de Tokio, en julio de 2021, y permitirá comenzar la temporada 2021-2022 con normalidad, tal y como habían aconsejado los socios televisivos de la NBA.
Los 72 encuentros que se disputarán es el mínimo en el que se podía fijar la temporada sin tener que indemnizar a los operadores audiovisuales locales, nacionales e internacionales, según los actuales contratos firmados. Esta situación es clave en un año en el que, de jugarse íntegro a puerta cerrada, provocará que la NBA deje de ingresar hasta 4.000 millones de dólares (3.402 millones de euros) en matchday.
Pese a que el sindicato finalmente ha aceptado la propuesta de la NBA para desbloquear la situación, aún quedan otras cuestiones relevantes sobre la mesa. La patronal mantiene la presión sobre el convenio colectivo después de que en junio ofreciera una moratoria para renegociarlo, una vez finalizada la temporada 2019-2020.
El sindicato y la NBA aún deben negociar cómo repartir el impacto financiero de la Covid-19 sin romper el convenio colectivo
Entonces, Adam Silver, comisionado de la liga, aseguró que romper de forma anticipada el convenio que rige la relación entre jugadores y franquicias sin saber cómo iban a poder acabar el año sólo complicaría más la situación. Sin embargo, el plazo para negociar los términos del convenio, como el reparto económico a través del que se fija el techo de gasto y los salarios de los jugadores, concluye este viernes.
La decisión del sindicato de aceptar la propuesta de la liga de arrancar el 22 de diciembre, por tanto, es un gesto más para evitar que la NBA pulse el botón rojo. Ambas partes se han comprometido a seguir negociando durante la próxima semana. Las primeras previsiones apuntan a que el límite salarial podría caer entre tres millones de dólares (2,5 millones de euros) y doce millones de dólares (10,1 millones de euros) por equipo, y que el impacto de la Covid-19 podría repartirse a lo largo de las próximas temporadas para evitar el colapso financiero de las franquicias.
Definir la estructura salarial es clave antes de iniciar los próximos movimientos, ya que en las próximas semanas debe celebrarse el draft y dará comienzo el mercado de agentes libres. Todo ello, junto con los training camp de pretemporada, tendrán que condensarse en apenas un mes.
La NBA ha cerrado la temporada 2019-2020 con una facturación de 8.300 millones de dólares (7.060 millones de euros), un 10% menos que el año anterior. La principal merma se produjo en los ingresos por día de partido, donde se perdieron 800 millones de dólares (680,4 millones de euros) por no poder jugar con público. A estos hay que sumar otros 400 millones de dólares (340,2 millones de euros) en patrocinio y merchandising.