La Liga Plenitude cerrará el próximo 25 de mayo su primera temporada como liga, oficialmente, profesional. Un primer año con un nuevo estatus y modelo de gobernanza. Sin embargo, lo segundo todavía no está claro, ya que el convenio de coordinación con la Real Federación Española de Balonmano (Rfebm) sigue sin firmarse, y eso que han pasado dos años desde que el Consejo Superior de Deportes (CSD) aprobó el plan de Asobal para ser independiente. No hay entente entre los clubes de élite y la federación, y esto “pone en riesgo” la implementación del plan estratégico 2022-2026 que armó la asociación –y aprobó el CSD– para hacer crecer la competición y alcanzar los 3,8 millones de ingresos en cuatro años, casi el triple respecto a antes de la profesionalización.
“¿Cómo lo implemento si estoy limitado, si mi margen de movimientos es tan pequeño?”, se pregunta Servando Revuelta, presidente de Asobal, que urge al Gobierno a resolver el convenio con la federación. “No entendemos que no haya ya una resolución. Desde agosto venimos esperándola y no terminamos de avanzar”, asegura el dirigente, en conversación con 2Playbook.
Revuelta hace referencia al verano pasado, en el que ya arrancó la liga profesional sin convenio. “Éste ya sería el segundo año, y la realidad es que no fructifica el avance ni el poder tener una tranquilidad para trabajar. No nos deja crecer”, apunta sobre el escenario actual. El 30 de junio es, a priori, la fecha límite que tiene el Consejo para resolver la situación. “No contemplo que los equipos vuelvan a arrancar una temporada sin convenio”, confía el presidente.
El no tener convenio ya le generará una pérdida de ingresos de medio millón de euros en 2023-2024, según las previsiones que manejan en Asobal. Esto proviene, entre otros puntos, del viraje de la Copa Asobal, que se reconvirtió en Copa de España y pasó de estar organizada por los clubes a ser de la federación, y que estuvo cerca de no celebrarse por incomparecencia de los clubes. Finalmente, se llegó a un acuerdo que “no se ha cumplido”, apunta Revuelta, que no quiere detallar en qué parcelas.
Una de las mermas que le trajo a su organización aquel cambio de última hora con el torneo fue que Plenitude, patrocinador principal de Asobal, tenía firmado el naming de la Copa y no pudo activar su patrocinio como estaba pactado. “Con ellos hemos tenido que renegociar el contrato, y lógicamente, con peores condiciones”, lamenta el dirigente. El área comercial, ya con Plenitude como title sponsor, aportó 550.000 euros a su negocio en 2022-2023, con un incremento del 18% interanual. El acuerdo con la energética –filial del gigante italiano ENI–, de 1,8 millones de euros, expira en 2025 y la “falta de seguridad jurídica” pone en el aire su continuidad.
Revuelta, incide al respecto: “Estamos trabajando en conseguir más activos, que las estructuras sean más profesionales… Pero, si yo no puedo optar a un dinero porque no tengo esa seguridad jurídica, ¿cómo avanzo? La Federación parece que no quiere que prospere el producto Asobal”.
Alianza estratégica con LaLiga
Pese a la falta de entente entre la competición entre liga y federación, los clubes vienen pagando a través de Asobal las aportaciones acordadas en el convenio previo a la profesionalización: 80.000 euros en 2021-2022; 90.000 euros en 2022-2023; 100.000 euros en 2023-2024; y 120.000 euros en 2024-2025, según se detalla en las cuentas anuales de Asobal.
Otro aspecto a destacar es que, sin convenio, la liga está cumpliendo con las expectativas marcadas en términos de negocio para el ciclo 2022-2026. En la última temporada, el objetivo era facturar 1,8 millones, y se quedó en 1,75 millones de euros, con un alza del 13% respecto a 2021-2022. El 57% de este importe se corresponde a la venta de los derechos audiovisuales a LaLiga+. La OTT de la liga de fútbol profesional paga un millón de euros fijos por temporada hasta 2027-2028, tal y como avanzó 2Playbook. Asimismo, en verano, ambas entidades firmaron otro acuerdo por el que LaLiga pasaba a ser asesor comercial y de comunicación de Asobal.
La última pata del negocio son las cuotas que pagan los clubes por competir, y que suele situarse sobre los 200.000 euros. Además de este apoyo a los recursos de la asociación, los equipos de la categoría han invertido cerca de 800.000 euros (50.000 euros de media por equipo) en realizar actuaciones en los pabellones para la mejora del producto televisivo y cumplir con la normativa audiovisual interna de la liga. Es un concepto que se podría asemejar al que tiene LaLiga y que trata de homogeneizar el producto de televisión con la pista azul, los LED para activos comerciales, la iluminación del pabellón, etc.
La gestora de la competición también está trabajando en que los clubes aumenten sus ingresos en los días de partido, a través del ticketing y los abonos. En este sentido, y dejada atrás la pandemia, la Liga Plenitude elevó en un 27% la asistencia a sus pabellones en 2022-2023, hasta un acumulado de 296.500 espectadores.
“¿Por qué no se nos trata como a las demás ligas profesionales?”
Aunque todavía consideran que es pronto para dar cifras, desde Asobal aspiran a cerrar 2023-2024 ya con dos millones de euros de facturación. Un récord de ingresos que Revuelta confía que siga rompiéndose en los siguientes años. El 27 de mayo se celebrará en Valladolid la próxima asamblea de clubes, una reunión en la que la liga ya enfoca el presupuesto de 2024-2025.
“Estamos intentando dar pasos hacia delante en el producto televisivo. Creemos que es muy potente, y que ya hay un sello de la competición en las retransmisiones”, apunta Revuelta. De poder cumplir con la hoja de ruta marcada, la liga debería estar ya superando los tres millones de negocio, algo poco probable en el actual escenario. “Los clubes están cumpliendo por las dos vías: audiovisual y estructuras”, remarca el presidente, que recuerda que Asobal no ha contado con ninguna subvención del CSD para realizar inversiones en las instalaciones y/o para su plan de profesionalización: “Se ha hecho todo a pulmón”.
Al respecto, y sin dar nombres, Revuelta se pregunta “¿por qué no se nos trata como a las demás ligas profesionales?”. Sea como fuere, al dirigente le basta con recibir la resolución al convenio. ¿Y si no sale favorable a los intereses de Asobal? “Bueno, entonces, si creemos que la resolución no es justa o que no sigue parámetros normales, existen las herramientas suficientes para pedir cambios”, apostilla.
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