La Serie A avanza en una de sus decisiones más importantes de su historia moderna. Con quince votos a favor y cinco abstenciones, los clubes han votado a favor de iniciar negociaciones en exclusiva dar entrada en su negocio audiovisual a CVC, Advent y Fsi. Los tres fondos adquirirán un 10% de la compañía, a la que se transferirán los derechos audiovisuales de la competición para los próximos.

El consorcio inversor se ha impuesto a la candidatura formada por Bain Capital y Neuberger Bernman. La razón es, en parte, su propuesta económica, que asegura una inversión mínima de entre 1.350 millones y 1.600 millones de euros, según Milano Finanza. El importe final de este pago de entrada dependerá de cuánto más aporte al mínimo garantizado exigido: 1.080 millones de euros anuales durante las tres próximas temporadas.

Una de las claves es cómo recuperarán los inversores esta aportación inicial, que en principio debería ir destinada a acelerar la remodelación de los estadios y sanear las maltrechas cuentas de muchos de los clubes. En este punto, el pacto señala que no podrá percibir más de 45 millones de euros anuales.

Para alcanzar esta cifra, según este rotativo económico, el consorcio se quedaría un 10% de la diferencia entre lo que genere el nuevo modelo de explotación audiovisual y lo que percibieron los equipos de la Serie A durante 2019-2020.

El contrato actual, que finaliza en 2020-2021, está valorado en 973 millones de euros anuales en Italia, casi 100 millones de euros menos de lo que llegó a ofrecer Mediapro para, precisamente, implantar este modelo de explotación audiovisual. IMG abona 340 millones de euros por los derechos internacionales, pero los resultados obtenidos apuntan a una probable depreciación en el próximo ciclo.

Sin embargo, Sky acudió a los tribunales y logró su objetivo de quedarse los principales lotes por 780 millones de euros, frente a los 860 millones que quería la Serie A. Dazn, por su parte, logró rebajar de 240 millones a 193,3 millones de euros el paquete de tres partidos por el que pujó.

En cuanto a las cláusulas de salida, el preacuerdo que aún debe rubricarse asegura el derecho de tanteo a la competición. De esta manera, el grupo liderado por CVC no podría traspasar su participación a otro consorcio sin antes ofrecérselo a los clubes. La valoración se establecería en unos 2.800 millones de euros, equivalente a catorce veces el ebitda que generan hoy las retransmisiones.