Se acabó el lujo asiático para los cracks: la Superliga china se transforma en ‘supersostenible’

La federación china de fútbol ha reducido a 3 millones de euros el tope salarial para los futbolistas extranjeros, que se deberán adaptar a equipos con presupuestos ahora de no más de 75 millones de euros.

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El fútbol chino ha implantado un cortafuegos en la Superliga de fútbol, una de las más calientes en fichajes del panorama internacional. A partir de 2021, los equipos no podrán presentar presupuestos mayores de 75 millones de euros. Cifra muy similar da la suma de los salarios que cobraban por temporada Oscar (20,8 millones), Tévez (20), Hulk (17) y Graziano Pellè (15), cuatro de las grandes estrellas de la liga en los últimos años. Si se le suman los 12 millones de euros anuales que cobra Fellaini, el déficit se dispara en diez millones.

Hoy China ya no es país para cracks, y Europa mira a qué jugadores puede repatriar a precios asequibles. El centrocampista belga es, junto a Oscar, el único que se mantiene en el gigante asiático, aunque ya se rumorea con la salida de ambos. ¿Pero por qué la federación china (CFA) ha tomado esta medida? “Los equipos apenas pueden ser sostenibles. Los propietarios han invertido mucho, pero ganan poco”, apuntaba en pleno pico de la primera ola su presidente, Chen Xuyuan. Hasta cinco equipos han cerrado ya por la crisis.

Justo un año antes, el propio Real Madrid se vio afectado por los cantos de sirena chinos. Su capitán, Sergio Ramos, y su futbolista mejor pagado, Gareth Bale, habían recibido multimillonarias ofertas para emprender la aventura asiática. Hoy, a buen seguro, estarían de vuelta. A partir de 2021, su sueldo se vería notablemente afectado.

Los futbolistas extranjeros de la Superliga no podrán cobrar más de 3 millones de euros anuales, mientras que el sueldo de los jugadores nacionales no superará los 630.000 euros, abriendo la puerta a que más talentos sigan los pasos de Wu Lei; el sueño de cualquier liga.

A ese tope salarial individual se añade uno conjunto: ningún equipo podrá sumar sueldos de más de 10 millones de euros comprometidos con jugadores extranjeros. Además, en este importe se incluirían incluso una habitual oferta para los cracks extranjeros: el pago del alquiler de la vivienda en la que se instalan.

Los futbolistas extranjeros de la Superliga no podrán cobrar más de 3 millones de euros anuales

Nada más, ni a través del club ni de empresas relacionadas, aprovechando que los propietarios de los equipos son en su mayor parte multimillonarios locales. Tampoco valdrá abonar cantidades de dinero a familiares directos del futbolista.

La CFA estará muy pendiente de cualquier movimiento. De hecho, ya ha obligado a los equipos de la Superliga a rehacer los contratos previos de todos los futbolistas. En este sentido, si un club quiere firmar un contrato con una empresa en la que los jugadores o sus familiares poseen acciones o participan, éste debe ser revisado y aprobado por CFA. De lo contrario, se considerará como parte del salario total, según un informe remitido por LaLiga a los clubes.

Esto ha influido ya en el último ejercicio -el de los equipos de la Superliga se cierra el 31 de diciembre-, en el que se realizaron 145 fichajes y se traspasaron a 59 futbolistas. El importe acumulado de los fichajes alcanzó los 71 millones de euros, mientras que la venta de futbolistas generó unos ingresos de 44,2 millones de euros al fútbol profesional chino. Sólo un año antes, la inversión fue de 246 millones de euros, lo que supone un ajuste interanual del 71% en 2020.

Relacionando el aspecto económico con el deportivo, la federación será algo más flexible con los equipos que caigan a Segunda División. Durante la primera temporada después del descenso, el salario promedio de los jugadores nacionales y el salario total de los jugadores extranjeros pueden exceder los límites requeridos por la categoría, pero no deben nunca exceder los números reales de la temporada anterior.

Hasta los bonus serán controlados por los reguladores de la Superliga. Los clubes, que deberán contabilizar sus bonus en el gasto anual, podrán ofrecer hasta 750.000 euros de bonus total por temporada a sus jugadores, aunque la cifra crece hasta los 1,25 millones para los equipos que compitan e la Champions League de la AFC o la CSL.

 

Sanciones severas para evitar más quiebras

Todo este movimiento responde a la delicada situación que viven los equipos. Uno de los primeros que llegó a Europa a por sus cracks y con el talonario, el Tianjin Tianhai, fichó a Fabio Cannavaro y acabó jugando la Champions de Asia. Ahora, su propietario, Shu Yuhui, está denunciado por cargos de corrupción.

Para mitigar este tipo de bancarrotas, la CFA ha preparado un plan de sanciones severas. Si el gasto anual de un club supera el límite en menos del 20%, se le descontarán 6 puntos. Si excede en entre el 20% y el 40%, se le descontarán 12 puntos. Y así sucesivamente, descontándose 24 puntos como máximo. La deducción se ejecutará en la temporada en que se firme y se emita el informe de investigación.

Asimismo, los equipos que excedan este año el salario promedio y/o total de sus plantillas recibirán una sanción de nueve puntos, y si se superan ambos, se duplica a 18 la sanción. Por no cumplir con la regla de los bonus, la sanción será de 3 puntos.

La inversión en fichajes cayó en 2020 un 71%, hasta 71 millones de euros, ejemplo del nuevo modelo de gestión de los clubes chinos

Para los futbolistas, la sanción condiciona su futuro en la liga china. Así, el nuevo reglamento de la Superliga aclara que a quien no cumpla con las condiciones previstas no se le permitirá jugar en ninguna competición de la CFA esa temporada.

Igualmente, si la federación considera que un equipo paga un salario incorrectamente, ocultándolo a propósito, se le descenderá y no percibirá los beneficios de participar en la Superliga. Además, el futbolista implicado tendrá prohibido jugar durante 24 meses. Medidas severas que tienen un único objetivo: transformar la Superliga del lujo asiático en supersostenible. Y algo más amplia: la CFA ha anunciado recientemente que aumentará el número de clubes de la Superliga a 18 en 2023, con la condición de que tengan, eso sí, un equipo profesional femenino.

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