La comisión gestora de la Rfef ha atendido las peticiones de los clubes de que el arranque no se demorara más de lo necesario, adelantando en dos semanas la fecha inicial del comienzo de la Primera Iberdrola y la renombrada Primera Rfef Futsal. En ambos casos, el debut será el primer fin de semana de octubre.
La anteriormente denominada Lnfs comenzará el fin de semana del 3 y 4 de octubre, mientras que el resto de las competiciones (Segunda masculina y Primera y Segunda femenina) lo harán el 17 de octubre. Aún tardarán más Segunda B y División de Honor Juvenil, que empezarán entre el 24 y el 31 de octubre.
El principal cambio en esta disciplina se producirá en Segunda, donde 17 equipos han sido divididos en dos grupos por razones geográficas. Con tal de recuperar el número habitual de participantes, la Rfef ha decidido que tres equipos desciendan de forma directa de Primera a Segunda, mientras que el decimoquinto deberá jugar la fase de promoción.
En el caso de la Primera Iberdrola, el adelantamiento se ha producido “una vez que el CSD ha dado luz verde al protocolo para poder comenzar las competiciones y, tras alcanzar un acuerdo con los clubes participantes, que han apoyado esta decisión de forma unánime”, según explica el regulador en un comunicado.
Al igual que con LaLiga, también se han aprobado algunas medidas que ayuden a paliar los efectos del Covid-19 en la competición, como ampliar de cuatro a cinco el número de cambios en un partido o incrementar en dos el número de jugadoras con ficha profesional obligatorias, con un mínimo de 14 en Primera y 6 en Segunda.
Todas estas medidas se recogen en un “protocolo reforzado” que se aplicará en todas las competiciones de las que la Rfef es titular. La decisión llega después del pacto de mínimos que permitió alcanzar un acuerdo entre el Consejo Superior de Deportes (CSD), las federaciones y las comunidades autónomas, en el que se renunciaba a que las pruebas PCR fueran obligatorias.
El documento establece “un mecanismo de coordinación y asunción de responsabilidades compartidas”, de modo que las territoriales asuman su parte de supervisión en el cumplimiento de las medidas de prevención. Para ello deberán nombrarse delegados de cumplimiento de protocolo, que deberán comprobar que se cumplen “reglas y procedimientos concretos y precisos” en entrenamientos, desplazamientos, concentraciones o partidos, entre otros supuestos.
Consciente de que muchos clubes no pueden asumir estos sobrecostes, la Federación asegura que promoverá la creación de “un Fondo de cofinanciación de aquellas pruebas de control de la Covid-19 que las administraciones públicas sanitarias y deportivas de ámbito estatal y autonómico aconsejen y definan”. Aunque sin poner cifra, también asegura que aportará recursos para la compra de tests.