LaLiga iniciará sus competiciones en agosto sin tener claro cuál es el futuro del videoarbitraje en el país. La Real Federación Española de Fútbol (Rfef) ha decidido cancelar el concurso que lanzó para adjudicar este servicio tecnológico, después de que el Juzgado Mercantil número 2 ya le obligara a suspender cautelarmente el proceso. La razón no era otra que su intento de excluir a Mediapro del proceso y favorecer a Hawk-Eye, que de rebote se ha garantizado un año más de contrato para evitar que el fútbol profesional se quede desprovisto de este servicio por culpa del regulador.
La Federación explica que iniciará un nuevo proceso a principios de septiembre, desdoblando esta vez el servicio tecnológico de videoarbitraje del de detección semiautomática de posibles fueras de juego (SAOT). Este segundo punto es uno de los que denunció Mediapro, pues en el concurso ya cancelado por “comportamientos abusivos” se exigía experiencia previa en la entrega del SAOT, algo que sólo podía garantizar Hawk-Eye al haber realizado pruebas piloto en el Mundial de Qatar y la Supercopa de España.
Está por ver cómo se configuran los pliegos, pues de la nota de la Rfef se desprende que Mediapro y cualquier otro licitador deberá hacer compatible su sistema de VAR con el SAOT de Hawk Eye u otro de los cuatro proveedores actualmente homologados por Fifa (Deltacast, EVS Broadcast Equipment, SportsMEDIA Technology Corporation y Vieww GmbH).
Es posible que la Rfef vuelva a solicitar a los licitadors hacer compatible su tecnología VAR con el SAOT homologado por Fifa
Actualmente, no hay ninguna liga profesional que haya solicitado el uso de esta tecnología, aún en fase experimental y que sólo se ha puesto a prueba en las dos citadas competiciones, una de Fifa y la otra de la Rfef. Aun así, y pese a que LaLiga tampoco ha pedido que se instaure este servicio, que este pueda integrarse con el VAR será una condición indispensable. Tanto, como que la Rfef anticipa que exigirá una indemnización de 5,5 millones de euros “si todos los sistemas no están en funcionamiento antes del 20 de julio [de 2024] en todos los estadios de Primera y Segunda División y en las salas VAR de las Rozas”.
El organismo presidido por Luis Rubiales exige esa integración de tecnologías porque quiere que el sistema de detección semiautomática de la posición de los jugadores y del balón “dé un aviso en tiempo real en el caso de que un jugador atacante esté en posición de fuera de juego y que dicho sistema pueda estar integrado en el sistema VAR y que ayude en la toma de decisiones sobre las jugadas”.
Los adjudicatarios podrán explotar el servicio durante cuatro temporadas consecutivas, de 2024-2025 a 2027-2028, con opción a un año adicional. El hecho de arrancar un año más tarde de lo previsto radica en que la valoración de ofertas económicas no se realizará antes de octubre de 2023 y que el hecho de que los adjudicatarios podrían ser distintos, y ahí se ha marcado un calendario de ejecución e integración de tecnologías.
“La RFEF comunicará a las empresas adjudicatarias provisionales dicha circunstancia y les concederá un plazo hasta finales de noviembre para que analicen y valoren la compatibilidad de los sistemas de VAR y SAOT de las empresas adjudicatarias, si éstas fueran distintas”, explica en un comunicado. En el mismo, se establece que antes del 15 de diciembre de 2023 “deberán presentar un documento conjunto firmado por ambas en el que deberán garantizar a la RFEF la compatibilidad de los servicios de VAR y SAOT; y presentarán un plan de actuación para acreditar fehacientemente la compatibilidad de ambos sistemas que, en todo caso, implicará la inclusión del sistema SAOT en el sistema VAR, siendo responsabilidad del proveedor de VAR fijar los procedimientos técnicos o informáticos necesarios para que se pueda incluir en su sistema el SAOT adjudicado provisionalmente”.
