Reino Unido vuelve a pulsar el botón de pausa para el regreso de los aficionados a los recintos deportivos. Si bien la idea inicial era que a partir de octubre los estadios y pabellones pudieran abrir al público para que asistieran un máximo de 1.000 personas en una primera fase, el ministro del Gabinete del Reino Unido, Michael Gove, ha enfriado esta posibilidad.
En un momento en que se han registrado rebrotes en Reino Unido y en que se ha pedido a la ciudadanía tener cautela, Grove ha declarado a BBC Breakfast que el regreso escalonado del público se ha “puesto en pausa”. El plan inicial contemplaba un regreso a los recintos por etapas, en la que abriría los complejos a más personas conforme evolucionara favorablemente la pandemia.
Según el ministro del Gabinete de Reino Unido, “estamos viendo cómo podemos, por el momento, detener ese plan, pero lo que sí queremos hacer es asegurarnos de que, cuando las circunstancias lo permitan, recuperar a más público”. De este modo, el regreso del público a los estadios queda en standby, aunque el Gobierno admite que, en cuanto puedan retomar el proyecto, es posible que el límite de aforo sea superior a las 1.000 personas.
Es justo lo que pidieron los clubes de la Premier League al Gobierno, al que comunicaron que, aunque fuera posible abrir los estadios, no lo harían porque consideraban que limitar el aforo a 1.000 personas era un número demasiado bajo como para probar los protocolos que habían diseñado. Hace una semana, la competición cifró en 540 millones de libras (588 millones de euros) la caída de ingresos en 2020-2021 en el caso en que los estadios se reabrieran a partir de octubre, pero sólo con un 33% de capacidad.