Proença (Liga Portugal): “Estamos haciendo un trabajo sostenible que nos conducirá al éxito”

El presidente insiste en la necesidad de que la competición tenga un mayor liderazgo en la comercialización del producto y confía en que la comercialización de los derechos de TV fomente una mayor competitividad sobre el césped.

pedro proença liga portugal

El fútbol portugués ha sido una tradicional cuna de talento, tanto propio como importado de Latinoamérica. Esa capacidad le ha permitido ser uno de los grandes actores de cada mercado de fichajes y ha convertido las plusvalías por traspasos en un pilar básico de su modelo. Sin embargo, hoy su reto pasa por intentar consolidarse al menos como la sexta liga europea por importancia y eso pasa inexorablemente por mejorar el producto, elevar un negocio agregado que hoy ronda los 1.000 millones de euros anuales y, sobre todo, mejorar el balance competitivo de un torneo con tres claros dominadores: SL Benfica, FC Porto y Sporting Club.

“Necesitamos redistribuir los ingresos, porque es muy importante para el balance competitivo. No entender esto es no entender que perder competitividad es quedarse atrás”, explica Pedro Proença, presidente de Liga de Portugal, que la semana pasada celebró la segunda edición de Thinking Football Summit (TFS), un foro de debate con el que pretenden trasladar a los despachos esa capacidad de generar talento profesional. Y su reflexión no es baladí, pues hoy es junto a Chipre el único país en el que aún no existe la comercialización conjunta de los derechos audiovisuales de los clubes.

Esa excepcionalidad, que finalizará en 2027-2028 tras la intervención del Gobierno, se traduce en una diferencia de doce veces entre los tres equipos que más ingresan y el que menos. No es un tema menor, pues la competición actualmente obtiene unos 180 millones de euros por sus retransmisiones y es el principal elemento distorsionador para elevar la competencia entre equipos a la que aspira Proença. “Estamos veinte años por detrás del resto; no hace falta conocer mucho sobre esta industria para verlo”, lamentó en su repaso a sus ocho años al frente de Liga Portugal.

El ejecutivo se refirió al ejemplo de LaLiga, que desde que en 2015 logró la venta centralizada ha dado un importante salto en ingresos y en construcción de marca y producto. “Hay que entender cuánto este modelo centralizado puede ayudarnos a mejorar, en términos económicos y de producto, porque lo que queremos es mejorar la calidad y la experiencia que podemos entregar al fan, porque los noventa minutos ya no es suficiente”, argumentó. Hoy, al ser los clubes los propietarios de los derechos, son los que deciden qué cámaras pueden entrar y quienes pueden explotar las imágenes, dejando con escaso a margen para crear contenido behind-the-scenes para las teles internacionales.

Proença sostuvo que “está garantizado que podremos crear nuevos ingresos”, porque dar esa posición de liderazgo a Liga Portugal “nos dará la actitud comercial y mayor capacidad para saber qué interesa al fan, mejorar los horarios…”. En esencia, maximizar el valor de un data center que hace tres años ya desarrolló la competición para determinar las mejores franjas para cada partido, anticipar audiencias potenciales o comportamiento de la afición, etcétera. “Por eso es necesario que regulemos nosotros; los clubes se acabarán beneficiando y de eso no tengo ninguna duda”.

El ejecutivo está convencido de que hacer crecer los ingresos debe dominar su tercer mandato, después de ocho años en los que la prioridad ha sido poner orden. “Fuimos capaces de dar la vuelta a una liga quebrada, porque cuando llegué no había dinero para pagar las facturas y la prioridad era la sostenibilidad; los segundos cuatro años el reto fue alcanzar la consolidación financiera de la liga, y ahora lo que debemos hacer es construir una marca para el fútbol portugués para internacionalizarlo”, repasó. “Sólo así, con la centralización de los derechos y el fortalecimiento de nuestra posición, podremos trabajar para el fan y ponerlo en el centro de nuestro discurso”, razonó.

TFS tiene un papel central en este proceso, ya que la gestora del fútbol profesional luso ha convertido el evento en tres jornadas de reflexión sobre el futuro de la industria, en la que participan todos sus clubes y al que se invitan a equipos de otros países, consultoras especializadas y broadcasters. “El fútbol es entretenimiento y necesitamos entender qué ha cambiado, porque cómo ven los jóvenes el fútbol después de la pandemia es radicalmente distinto a cómo lo era antes”, dijo.

Entre las medidas que ya se han adoptado están no programar partidos más allá de las 20.45 horas o rebajar un 50% el precio de las entradas para la Allianz Cup, que es como se conoce la Copa de la Liga, en la que participan todos los equipos de Primera y Segunda División. “El fútbol no puede ser un producto caro si queremos conectar con los fans, y si no creamos distintas experiencias, tampoco querrá consumir fútbol”, repasó. ¿El objetivo? Superar los 4,7 millones de espectadores acumulados en los estadios, después de que en ocho años ya se haya podido doblar el número de personas que cada temporada pasan por sus campos de fútbol.

“Hoy quizás no estamos contentos con nuestra realidad, pero estamos esperanzados con lo que estamos construyendo y estamos haciendo un trabajo sostenible que nos conducirá al éxito”, cerró en su intervención.

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